Disparen contra la mariposa | El jukebox >

Blogs

Alberto Moyano

El jukebox

Disparen contra la mariposa

Según los apocalípticos, las señales son inequívocas y demasiadas en número como para ignorarlas: el mundo ha entrado en tal dinámica autodestructiva que la expresión “le quedan dos telediarios” se ha convertido en todo un desafío a la capacidad de supervivencia. Al paso que vamos, Forges deberá ampliar sus viñetas al tamaño del ‘Guernica’ si pretende seguir incluyendo en ellas su ya famoso “pero no te olvides de…”


Tenemos el dudoso privilegio de ser la primera generación de humanos que se ha acostumbrado al ritual de contemplar en directo cómo perecen cientos o incluso miles de personas. En un solo telediario de treinta minutos podemos asistir a más catástrofes humanas que nuestro árbol genealógico en todas las vidas que lo conformaron. Cómo afectará todo esto a nuestro bulbo raquídeo es algo que deberán estudiar en el futuro los expertos en comportamiento disociativo.


Somos gentes adaptadas a un tiempo marcado por lo efímero. Sin embargo, jamás sospeché que llegaría el día en el que me levantaría de la cama para leer que el eje sobre el que gira la Tierra se ha desplazado diez centímetros, acompañado de un gráfico que añade aún más confusión al concepto de fusión nuclear. Sólo ha quedado claro que la radiación puede globalizarse con más celeridad que la propia economía.


Lejos de desasosegarnos lo más mínimo, este tipo de noticias ofrecen la ventaja de no alterar en absoluto nuestra paz espiritual, dado que todo lo que podemos hacer para remediarlo es tirando a bien poco. No obstante, como ha triunfado la creencia de que todo está conectado, no tardaremos en asistir a tertulias en las que Fukushima y la prohibición de circular a más de 110km/h aparecerán íntimamente relacionadas.


De acuerdo con las últimas tendencias en materia de interpretación del mundo, el ‘efecto mariposa’ atribuye el terremoto japonés al aleteo de un lepidóptero en la otra punta del mundo. Puede ser pero estoy en condiciones de demostrar que la teoría no funciona en sentido inverso. De hecho, un terremoto de magnitud diez en Japón no ha alterado en lo más mínimo la disipada existencia de los insectos que pululan por San Sebastián.


En cualquier caso y en previsión de nuevas calamidades, quizás haya llegado el momento de acabar de una vez con todas las mariposas. Si no lo hacemos por solidaridad con los habitantes de nuestras antípodas, hagámoslo por egoísmo, que lo mismo nos ahorramos una barbaridad en misiones humanitarias y telemaratones solidarios.


marzo 2011
MTWTFSS
 123456
78910111213
14151617181920
21222324252627
28293031