Alberto Moyano
«Me han utilizado. Yo he venido a un festival, no a hacerme fotos con
políticos de derechas». Así se manifestaba ayer en Madrid y el actor y
director estadounidense Tim Robbins después de que el alcalde de la
villa forzara un posado juntos en el Festival Solidario de Madrid.
Según aclara ‘El País’, Robbins no acostumbra a hacerse fotos ni con
los políticos de derechas, ni con los de izquierdas (si es que tal
especímen existe en EE UU). «Lo que tenga que decirles intento que sea
en privado. Y eso se aplica tanto a republicanos como a demócratas»,
asegura el bueno de Tim.
A partir de ahí, el artista hizo surf sobre una ola pelín demagógica –
«Me parece curioso que el alcalde encuentre la manera de sacarse la
foto y, sin embargo, no sea capaz de solidarizarse con una
manifestación en la que 150.000 ciudadanos piden la paz»–, declaración
que le sirve a ‘El Mundo’ para disertar sobre la oscura mano de
Javier Bardem, quien habría adoctrinado a Robbins sobre política
española. No dice el periódico madrileño si después de tamaña paliza,
Bardem y Robbins aún siguen siendo amigos.
Lo que quizás no sabía el estadounidense es que aquí, y más en plena
precampaña electoral, todo eso es papel mojado y los alcaldes se
abrazan lo mismo a pilotos de Fórmula I que a campeones de la
vídeoinstalación, siempre y cuando se garanticen así cierta presencia
mediática, sea una foto en los periódicos, sea na imagen
televisiva en los noticiarios. Y en este terreno, merece mención
especial Alberto Ruiz-Gallardón, empeñado en forjarse una imagen de
‘popular’ de rostro humano, que, por un lado, le hace acreedor a los
garrotazos dialécticos de sus correligionarios, pero, por otro, le
procura el voto de los derechistas vergonzantes.
¿Sabrá Tim Robbins que, pese a todo, debería darse por satisfecho, ya
que cerca del set fotográfico merodeaba Ana Botella, señora del Aznar
de las Azores, que lo mismo se inmortaliza contigo que te invita a la
boda de algún hijo? Lo cierto es que, por una cosa o por otra, el actor
ha conseguido eso que el alcalde tan sólo se atrevía a soñar: la foto ha
logrado una difusión mediática inalcanzable, de no andar por
medio las polémicas declaraciones. Hombre de Dios.