Alberto Moyano

El test de Rorschach consiste en enseñar a un sujeto una serie de láminas con manchas de tinta para que diga que representan los dibujos. Un proceso similar se ha abierto hoy en el Victoria Eugenia durante la presentación del cartel oficial de la 56 edición del Festival de Cine.

“Es una metáfora, es vasco, es pop”, ha dicho el autor del cartel, Oscar Mariné, quien sabe si inspirándose en las míticas presentaciones de José Luis Moreno. Acto seguido, el cartel se proyecta en la pantalla y comienza el juego de interpretaciones entre los asistentes, y éstas iban desde el “a mí me gusta” de un fotógrafo hasta “es la antena de los Picapiedra”, pasando por “es un pincho”, posibilidad que admitía matizaciones : “Sí, de bonito”. Mariné explicó que no, que es una antena.

Hay que decir que el Festival, como siempre a estas alturas por otra parte, presenta un aspecto magnífico. Los ciclos retrospectivos, dedicados al italiano Mario Monicelli y al cine negro japonés prometen lo mejor.

Dicho lo cual, cabe señalar que todo esto siendo mucho no es nada porque donde el Festival se la juega es en la Sección Oficial y, sobre todo y cada vez más, en los nombres de las estrellas rutilantes que vendrán a por el Premio Donostia, llamadas a acaparar la atención de público y medios como probablemente ninguna película conseguirá hacerlo.

Por cierto, que la presentación incluía el habitual resumen de imágenes destacadas de la pasada edición. Y si allá por septiembre parecía que había sido cuasi-redonda, curiosamente, ahora, a meses vista, continúa pareciéndolo.