Alberto Moyano

1) Quien esgrimió el “España se rompe”, ha provocado colosales grietas por los cuatro puntos cardinales de su partido, que amenaza, si no escisión, sí al menos desbandada.

2) Quien denunció que “Navarra se vendía”, aunque finalmente, no se vendió o, al menos, nadie pudo comprarla, ve cómo la comunidad foral, por boca de su presidente, se alinea en contra de sus tesis.

3) Quien acusó al presidente del Gobierno de no ocuparse de los problemas importantes por estar dedicado a asuntos que a nadie interesan, se ve incapacitado para ejercer la oposición debido a que el convulso panorama interno que exhibe la organización que dirige reclama todos sus esfuerzos.

4) Quien lamentó el aislamiento de España en el concierto de las naciones, se ve incapaz de mantener una conversación sincronizada y sintonizada con compañero o aliado alguno, sea político o mediático, y debe remitirse a Angela Merkel o al marido de Carla Bruni a la hora de encontrar lo que se conoce como apoyos incondicionales.

5) Quien hizo valer su carácter previsible frente a un rival que no era de fiar. ve cómo desde sus filas le dan un ultimátum de cuarenta días para demostrar que no es un taimado maniobrero a quien no conviene creer.

6) Quien denunció que su rival pactaba con los nacionalistas y se dedicaba a darles alas, comprueba que ésa es precisamente la sospecha que gravita entre sus correligionarios en lo que a sus planes para el futuro se refiere.