Alberto Moyano
Ya vinieron los príncipes. Ya se fueron los príncipes. Esta pareja
parece que trabaja para la pérfida industria del turismo vizcaíno:
cuando vienen, nunca pernoctan aquí. No es que importe mucho, pero
llama la atención, sobre todo en el caso de Felipe de Borbón. Con lo
que le gustaba esto a sus bisabuelos…
Vienen, inauguran lo que haya que inaugurar, se interesan, preguntan,
rompen el protocolo -es un decir, porque de tanto romperlo ya forma
parte del protocolo–, saludan a la autoridades, escuchan al Orfeón,
comen en Arzak, vuelven a inaugurar otras instalaciones y se van.
Si lo piensas, la verdad es que tampoco puedan hacer mucho más. No se
van a ir de marcha a Ilumbe, Sí, muy campechanos, pero no han comprado
ni una acción de la Real. Qué pena.