Alberto Moyano

Buenas noticias para los amantes de las golosinas: Leire vuelve con nuevo grupo y nuevo disco: “A las cinco en el Astoria”, un título arriesgado porque el tiempo inmobiliario pasa volando y es posible que los fans del conjunto donostiarra ni sepan a qué se refieren.

La difusión de las letras del nuevo disco desmienten los buenos augurios que apuntaban que el grupo había dado un paso en la dirección correcta de acuerdo con la edad de sus componentes -cada vez más incompatible con un público eternamente infantil- a base de “los pelos más sexy del verano” y todo eso.

De hecho, “quisiera ser la lluvia que empapó tus ojos negros pidiéndome un beso” o “qué corto fue el amor, qué largo el olvido” demuestran que nada tan robusto como lo blando y que el azúcar es un producto imperecedero.

Pero no todo es rosa. El álbum incluye algunos temas comprometidos, aunque incomprensiblemente no entre ellos referencia alguna a la difícil situación que atraviesa la Real. Se trata de un tema de homenaje a las víctimas del 11-M y de otro, en tono humanista, ‘en el que Leire cantará aquello de “la vida más pequeña vale mil veces más que la nación más grande”. Puede que no sea un prodigio de originalidad, pero al menos evita las coletillas del pensamiento ‘mainstream’, tipo “tú eres mi única patria” y aberraciones por el estilo.

Mientras, allá por Los Ángeles, Amaia Montero ultima su decisión en torno a si engolfa de una vez su música o se consolida definitivamente como futura Teresa Rabal.

Y en esas estamos, esperando a ver quién salió ganando y quién perdiendo con la escisión del grupo porque la pirámide poblacional indica que pronto no habrá niños para todos. Bueno, o sí, que diría Barrancas.