Alberto Moyano
Al contrario de lo que sucede con las previsiones económicas, las literarias siempre aciertan: Fernando Savater ha ganado el Premio Planeta y Ángela Vallvey ha quedado finalista. El partido de Rosa Díez se apunta así el segundo triunfo en este galardón, tras la proclamación de Alvaro Pombo hace unos años y a a la espera de de que Álvaro de Marichalar complete su manuscrito.
La inmediata gira promocional que emprenderán Savater y Vallvey por toda España promete, aunque el filósofo donostiarra ya ha advertido que su novela va de carreras de caballos, no de catedrales y esoterismo, menos aún de nacionalismos y lengua común.
El Planeta iguala a todos los escritores. De Maruja Torres a José María Mendiluce, de Zoe Valdés a Juan José Millás, de Bryce Echenique a María de la Pau Janer, los intelectuales exhiben un amplio abanico de principios ideológicos que, llegado el momento, no tienen por qué ensombrecer su entusiasmo a la hora de representación teatral que conlleva el galardón. Lo sorprendente a estas alturas, cuando los dos textos galardonados estarán ya en imprenta, es que algunos de los beneficiarios se esfuercen aún en simular su sorpresa.
Por encima de disquisiciones, el Planeta certifica una vez más que en estos tiempos de volatilidad ideológica, confusión política e inestabilidad económica, nada como un buen fajo de billetes. Juan Manuel de Lara, presidente del Grupo, demuestra día a día que, por encima de todas las diferencias que nos separan, siempre es posible encontrar puntos de encuentro, por ejemplo, los 601.000 euros del premio. ¡Qué gran lección!