Alberto Moyano

Tras el éxito de “quién le ha dicho a usted que yo quiero que usted conduzca por mí”, José María Aznar vuelve a la palestra con “yo no niego que haya cambio climático causado por el hombre, pero como no soy científico, no lo sé seguro, así que ¿quién es usted para negarme a mí el derecho a decir que no hay cambio climático causado por el hombre?”

José María no ha actuado esta vez en solitario, sino en coproducción con el presidente checo, Václav Klaus, quien ha publicado en la editorial Gota a Gota de la FAES el libro ‘Planeta azul (y no verde)’.

En opinión de Aznar y de Klaus, cuyos conocimientos sobre el tema suman más o menos cero, el cambio climático es un fenómeno “científicamente cuestionable”, echando así por tierra las investigaciones de los más de los 3.000 científicos que, en el marco de la ONU, no sólo certificaron su existencia, sino que responsabilizaron a la acción del hombre de ser su desencadenante.

“Soy un ecologista sensato”, ha dicho Aznar, en una construcción sintáctica cuyas dos primeras palabras son discutibles, mientras que las dos últimas no hay por dónde cogerlas. En todo caso, parece una secuela del “pacifista sensato” que estimuló la invasión de Irak porque Sadam tenía armas de destrucción masiva, “crea usted en mi palabra”.

Confíemos en que el disparate responda a una estrategia de márketing perfectamente estudiada y encaminada a multiplicar las ventas del libro. De confirmarse el éxito, no se descartan nuevas entregas a cuenta del líder carismático, tipo “dios creó al hombre, pero ¿quién le dijo a dios que yo quería que me creara a mí?”. Y no digan que la pregunta no es inquietante.

En tanto Aznar y Klaus -y en su caso, el primo de Rajoy-, no alcancen a cobrar 200.000 euros por conferencia sobre el tema, habrá que quedarse con la versión del Al Gore que, a día de hoy, es la que cotiza más alto.