UN HOMBRE SOLTERO
Título original: A Single Man
Año: 2009
Duración: 99 minutos
País: Estados Unidos
Director: Tom Ford
Guion: Tom Ford y David Scearce (Novela: Christopher Isherwood)
Música: Abel Korzeniowski
Fotografía: Eduard Grau
Reparto: Colin Firth, Julianne Moore, Matthew Goode, Ginnifer Goodwin, Nicholas Hoult,Paulette Lamori, Jon Kortajarena, Keri Lynn Pratt y Lee Pace
Productora: Artina Films / Depth of Field / Fade to Black Productions
Género: Drama
Los Ángeles, 1962, Crisis de los misiles cubanos. George Falconer, un maduro profesor universitario británico y homosexual, lucha por encontrarle sentido a la vida tras la muerte de Jim, su compañero sentimental. Encuentra consuelo junto a su íntima amiga Charley, que también está llena de dudas sobre el futuro. Kenny, un estudiante que se esfuerza por aceptar su auténtica naturaleza, acecha a George porque ve en él a un espíritu afín. (FilmAffinity)
En 2009 el diseñador de moda Tom Ford se metió a director de cine y lo hizo de manera solvente con la película ‘Un hombre soltero’. Rodeado de nombres conocidos, el director dio vida a la novela de Christopher Isherwood. Un relato de hora y media, donde se denota el gusto por la estética de Ford y donde un comedido Colin Firth (‘Mamma Mia!‘) se hace dueño y señor de la función.
La película nos cuenta cómo el señor Falconer, un profesor de universidad busca algún sentido a la vida. Falconer acaba de perder a su pareja, Jim, y este hecho le dejará devastado. Planifica su día de tal manera que al final de él estará en su casa dando el paso necesario para reencontrarse con su amado.
Con una delicadeza tremenda, la historia se nos va presentando de forma pausada y sencilla. No hay mucho misterio en contar la cinta en orden cronológico e intercalarlo de vez en cuando con algún flashback que otro.
A pesar de la poca novedad en esto, Ford sale airoso al dotarle de sumo gusto por la estética, algo que se traspasa a los fotogramas, elegidos con precisión. El uso del color cobra más sentido al pasar constantemente de colores cálidos a fríos, en función del personaje o la situación vivida. Es la interacción del propio Firth con el resto de miembros del reparto lo que aportará mayor o menor vivacidad a la propia historia, siendo los momentos “alegres” más rápidos y los “tristes” algo más tediosos.
Colin Firth (‘Kingsman‘) dio en esta película una buena muestra de que tras ese actor casi encasillado en la comedia ligera estaba un verdadero portento del drama. Posteriormente nos volvería a sorprender con ‘El discurso del Rey’, esta vez escribiendo su nombre con letras de oro. Aquí su actuación es muy matizada, incluso habrá quien la califique de plana, aunque es en esos pequeños matices que va aportando al personaje donde se ve la fuerza de la construcción del personaje.
Con una pequeña aparición está el contrapunto femenino de la historia. Julianne Moore (‘Los juegos del hambre. Sinsajo‘) nos ofrece la faceta más visceral y alocada de todos los personajes, consiguiendo sacar ese punto de locura que el protagonista lleva encerrado dentro.
Al otro lado vemos a la entonces promesa proveniente del Reino Unido, Nicholas Hoult (‘X-Men: Días del futuro pasado‘), que hoy en día es una de las estrellas más en ciernes de Hollywood. Dota a su personaje de la justa dosis de inocencia y sus llamativos ojos azules reflejan esa admiración que el alumno siente hacia el maestro, y que probablemente el actor sentía hacia el propio Firth.
Es posible que ‘Un hombre soltero’ sea más conocido en España por el recordado cameo de Jon Kortajarena. El actor y modelo bilbaíno, fetiche de Tom Ford, dio sus primeros pasos en la actuación en una de las escenas más eróticas y bonitas de toda la cinta. Como curiosidad, hay que mencionar las muchas coincidencias que el personaje de Kortajarena y el propio Kortajarena tienen entre sí, algo que presupongo no es ninguna casualidad.
En definitiva, ‘Un hombre soltero’ es una de esas muchas películas sobre aprender a decir adiós que en los últimos años Hollywood ha puesto de moda. Una cinta donde descubrimos a un nuevo director que ha seguido dando guerra en el cine, como la da en las pasarelas. Una de estas pequeñas grandes películas que ignoramos y que con el tiempo se van convirtiendo poco a poco en clásicos.
Lo mejor: La actuación de Firth y el buen gusto de cada plano.
Lo peor: Le falta profundizar mucho más en el personaje y personajes.