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Asier Manrique

El fotograma

‘Cafarnaúm’: “Demando a mis padres por darme la vida”

CafarnaúmCAFARNAÚM

Título original: Capharnaüm

Año: 2018

Duración: 126 minutos

País: Líbano

DirecciónNadine Labaki

GuionNadine Labaki

MúsicaKhaled Mouzanar

FotografíaChristopher Aoun

RepartoZain Al Rafeea, Yordanos Shiferaw, Boluwatife Treasure Bankole,Kawthar Al Haddad, Fadi Kamel Youssef, Cedra Izam, Alaa Chouchnieh,Nour el Husseini, Elias Khoury y Nadine Labaki

ProductoraLes Films des Tournelles

Género: Drama

Sinopsis: Ante un tribunal, Zain, un niño de 12 años, declara ante el juez. -¿Por qué has demandado a tus propios padres? -Por darme la vida. (FilmAffinity)

Mi debut con el cine libanés ha venido de la mano de la película nominada al Óscar a mejor película de habla no inglesa de este país, ‘Cafarnaúm’. La cinta dirigida por Nadine Labaki se adentra con valentía en los bajos fondos de su país, entre la gente sin papeles, el drama familiar, de empleo y de supervivencia. Pero sobre todo es una película que sirve de llamada de atención sobre la situación en la que se encuentran muchos menores explotados por sus familiares.

Defendido por un sobresaliente Zain Al Rafeea, los del pequeño Zain son los ojos que nos guían por este drama desgarrador. Descubierto por la directora del filme en los bajos fondos de Beirut, donde vivía desde que abandonó con sus padres su Siria natal. El chico no sabía escribir su nombre, no iba al colegio, no tenía documentos y su vida la hacía únicamente para sobrevivir, en un entorno de drogas y violencia.

Es un caso bastante similar al de Zain, personaje. Él es el hijo mayor, o eso cree, porque no tiene ningún documento, no existe, de dos padres indocumentados que viven en los bajos fondos de Beirut. Él, junto a sus muchos hermanos, vende fruta, zumos, chatarra que encuentran en las calles, trabajan en un pequeño supermercado del barrio… Ellos son los que sacan adelante a la familia.

‘Cafarnaúm’ no escatima en dureza. La cinta explota definitivamente cuando los padres de Zain venden a su hermana al dueño del pequeño supermercado del barrio. Casan a la pequeña de 11 años con este hombre, ante la ira de Zain, que trata por todos los medios de evitar ese momento. Poseído por la ira abandona su casa y comienza a buscarse la vida, llegando a vivir con una inmigrante ilegal y su hijo de un año, al que tendrá que cuidar cuando ella es detenida.

Cafarnaúm

En este momento Zain Al Rafeea, que ahora reside en Noruega tras ser reubicado junto a su familia, donde ya tiene papeles y puede ir al colegio con normalidad, da todo y nos rompe como espectadores ante la deplorable situación de un niño de 12 años que se tiene que hacer cargo de otro niño y malvivir para sobrevivir. Nadine Labaki nos propone una película que puede ser acusada de recurrir a la lágrima fácil. Pero cuando descubres que el propio actor vivió situaciones muy similares y que el millón de refugiados sirios que viven en Líbano y otros países son condenados a malvivir de esta manera, uno comprende que la lágrima fácil no es más que la cruda realidad.

Lo curioso de ‘Cafarnaúm’ es cómo verbaliza el pequeño Zain su drama. Una vez es detenido por apuñalar al marido de su hermana, que fallece por complicaciones de un embarazo, es llevado a un centro de detención infantil desde el que denuncia a sus padres por traerle al mundo. El discurso del niño, siempre inteligente y veraz en sus afirmaciones, culpa a sus irresponsables padres de traer hijos a un mundo que les niega papeles, por lo que les niega que existan. Les denuncia por mercadear con ellos, por aprovecharse de su mano de obra, por ser los responsables de la muerte de su hermana.

La escena que Zain y su madre comparten en la prisión da buena cuenta de cómo un niño de 12 años en estas condiciones es obligado a madurar a marchas forzadas. Nada de lo que sale por la boca de este niño es una tontería. Gracias a la excelsa interpretación de Zain Al Rafeea momentos como el juicio o la mentada conversación con su madre se vuelven un regalo cinematográfico impagable.

Se podría hablar de la fotografía, del guion, de las virtudes o no de la dirección o de las actuaciones. Pero todo esto queda en segundo plano por lo potente y desgarrador de la historia que cuenta. Hay películas como ‘Cafarnaúm’ que da igual valorarlas técnicamente, es una película hecha para el alma. Gracias a las películas por abrirnos los ojos ante lo que otros medios obvian, gracias por dar voz a estas historias.

Lo mejorZain Al Rafeea, un auténtico prodigio de actor.

Lo peor: Puede recurrir en exceso al sentimentalismo.

Cafarnaúm

Cine de ayer, hoy y de siempre en El Fotograma

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