‘Arde Mississippi’: América no ha cambiado tanto desde los 60
ARDE MISSISSIPPI
Título original: Mississippi Burning
Año: 1988
Duración: 128 minutos
País: Estados Unidos
Dirección: Alan Parker
Guion: Chris Gerolmo
Música: Trevor Jones
Fotografía: Peter Biziou
Reparto: Gene Hackman, Willem Dafoe, Frances McDormand, Brad Dourif, Michael Rooker, R. Lee Ermey, Stephen Tobolowsky, Gailard Sartain, Pruitt Taylor Vince, Badja Djola, Kevin Dunn, Frankie Faison, Thomas B. Mason, Geoffrey Nauffts, Rick Zieff, Gladys Greer, Jake Gipson, Marc Clement y Stephen Bridgewater
Productora: Orion Pictures
Género: Drama / Thriller
Sinopsis: En 1964, en un pueblo sureño, donde el racismo está profundamente arraigado y el Ku Klux Klan reivindica violentamente la supremacía blanca, tres activistas defensores de los derechos humanos desaparecen sin dejar rastro. Dos agentes del FBI, de caracteres muy diferentes, se harán cargo de la investigación. (FilmAffinity)
Con la situación de inestabilidad que vive Estados Unidos tras la muerte de George Floyd a manos de la policía en Minéapolis me ha llevado inevitablemente a rescatar uno de los clásicos de Hollywood que tratan con un problema que azota Estados Unidos casi desde su fundación: el racismo. ‘Arde Mississippi’ es uno de los muchos ejemplos que ha traído Hollywood para denunciar una situación que azotó y azota al país más poderoso del mundo. Un problema estructural y latente que viene de lejos y que vivió a mediados del siglo XX uno de sus momentos más duros. Hoy, desgraciadamente, de aquellos polvos vienen los lodos.
‘Arde Mississippi’ nos lleva al sur de los Estados Unidos. El estado de Mississippi, uno de los lugares donde el racismo más fuerte era en 1964, es el lugar donde se desarrolla este drama policial. Tres activistas desaparecen en lo que la policía local afirma es un simple caso de desaparición. El FBI se implica en la investigación y pronto dará con un movimiento orquestado por el Ku Klux Klan y que inunda todos los estratos de la sociedad sureña.
El desarrollo de la cinta es la de una película policial típica tópica. Poca original hay en el trabajo de Alan Parker, aunque tampoco es el tema con el que experimentar. ‘Arde Mississippi’, no obstante, no se ve lastrada por esta estructura tan típica. Llegan policías de fuera, investigan a los locales, se encuentran problemas por el camino y terminan solucionando el caso. Pero lo que sí que suma, y mucho, en ‘Arde Mississippi’ es el trasfondo tan bien trabajado. Una película que sacude conciencias desde su primera secuencia.
Sentimos el miedo atroz con el que vivía, y desgraciadamente vive, la comunidad afroamericana en un entorno tan hostil. Vemos cómo los que no piensan como la mayoría sufren las consecuencias. Y vemos esa América profunda que vive al margen del avance de las dos costas.
Hay dos momentos que me parecen lo más brillante de toda la película, cuando un reportero recoge los testimonios de los vecinos. Apenas son un puñado de vecinos los que hablan a cámara, pero resumen muy bien el parecer de este lugar de América que un día perdió el tren del progreso. Pero lo triste es que esa complacencia y racismo tan arraigados adquieren un nuevo cariz vistas las últimas noticias. Es imposible no establecer un paralelismo con lo que está ocurriendo estos últimos en los Estados Unidos. La impunidad con la que la policía emplea la fuerza para pisotear a los afroamericanos. Las autoridades mirando a otro lado. O, peor, incendiando las calles a golpe de tuit desde la Casa Blanca.
La América de ‘Arde Mississippi’ sigue viva. Esta película nos remonta a 1964, pero con unos pocos matices podríamos estar hablando de la Estados Unidos actual, la que aplaudió y se horrorizó por igual por la muerte de George Floyd. Un país que todavía no ha sido capaz de solucionar su principal problema: el racismo. Como curiosidad, la película fue vendida con el slogan “cuando América estaba en guerra consigo mismo”. No hay más que añadir.
Lo mejor: El preciso retrato que hace de la sociedad americana.
Lo peor: No deja de ser una película policíaca típica.
