TAEKWONDO
Título original: Taekwondo
Año: 2016
Duración: 112 minutos
País: Argentina
Dirección: Marco Berger y Martín Farina
Guion: Marco Berger
Música: Pedro Irusta
Fotografía: Martín Farina
Reparto: Gabriel Epstein, Lucas Papa, Nicolás Barsoff, Francisco Bertín, Andrés Gavaldá, Darío Miño, Juan Manuel Martino, Gaston Re y Arturo Frutos
Productora: Cinemilagroso
Género: Drama
Sinopsis: Fernando está de vacaciones con sus amigos en una quinta en Ezeiza. Descansan en la pileta, toman alcohol, fuman, y sacan a la luz sus intimidades más profundas mientras exhiben una libertad lúdica, como si fueran niños en una colonia de vacaciones. (FilmAffinity)
He visto por segunda vez, en un lapso de unos cuantos años, la cinta ‘Taekwondo’ de Marco Berger y Martín Farina. Se trata de una película que sigue la tendencia “contemplativa” del cine de Marco Berger, con pocos diálogos, en ocasiones muy banales, mucho erotismo y personajes que podríamos encontrar en la calle en cualquier lugar. Un cine que nos aproxima a realidades que en ocasiones resultan incómodas para según qué espectador, pero que en el cine de Berger encuentran su lugar.
La premisa de la película es que un chico, Germán, llega a una finca de su amigo de Taekwondo, Fernando. El personaje interpretado por Lucas Papa ha invitado a Gabriel Epstein a pasar unos días en esta finca en la que está pasando unos días de vacaciones con su grupo de amigos. Entre chapuzones en la piscina, partidas de tenis y fútbol y conversaciones varias con todo el grupo muy ligero de ropa, se nos plantea una situación de seducción, entre personajes y también con el espectador.
En realidad, en ‘Taekwondo’, terminan ocurriendo muy pocas cosas. Es de estas películas donde no pasa prácticamente nada de principio a fin. Pero no deja de ser lo que ocurre cuando estás de vacaciones en un entorno relajado. Conversaciones vacías, siestas y mucha relajación. Todo ello acompañado por una deconstrucción del hombre heterosexual arquetípico. Berger desnuda el hombre celoso de su masculinidad y temeroso de que su virilidad se ponga en duda. Este es un grupo de amigos, no hay peligro, pueden abrirse entre ellos y compartir sus dudas, miedos e inseguridades. En un entorno menos competitivo, estos chicos que serían los típicos “unga-unga” que todos conocemos, se vuelven sensibles, cercanos y relajados.
Pero además de esta visión del hombre heterosexual fuera de su entorno, Berger y Farina nos cuentan una historia más interesante. Voy a hacer spoiler, pero creo que en este caso añade cierto interés para seguir los diálogos. Todo el grupo de amigos, o como mínimo tres de ellos, sabe que a Fernando le interesa Germán, el chico recién llegado. Hay momentos de diálogos absolutamente sublimes donde es el grupo de amigos el que va testando al recién llegado sobre su relación con Fernando, qué busca, qué le gusta y cómo se conocieron. Todo esto contrapuesto con las conversaciones que Germán mantiene con un amigo suyo que sabe que a Germán también le interesa Fernando. Ninguno de los dos se han dicho que se gustan, por eso este fin de semana es para descargar esa tensión. Pero, no se nos olvide, están en un entorno heterosexual, por lo que esa libertad de establecer una relación homosexual tampoco es tan sencilla.
La película es una elevación continua de tensión sexual. Si te gusta ver cuerpos masculinos vas a pasar casi dos horas de puro deleite. Esa tensión que va en aumento todo el rato termina en una frase que de haberse pronunciado al principio de la película habría cambiado todo el fin de semana de los chicos. Una pregunta, “¿te puedo dar un beso?”, que descarga toda la tensión de golpe y porrazo.
Es cierto que ‘Taekwondo’ no cuenta nada en particular. Es una película en la que apenas pasa nada, es gente hablando mientras está medio desnudo. Poco más cuenta, aunque es lo que se intentaba contar, al fin y al cabo. Una película contemplativa, sin más.
Lo mejor: Al ser una película donde parece que nada pasa, hay diálogos que en un primer vistazo pasas por alto y que en un revisionado ganan.
Lo peor: No pasa nada