‘Estafadoras de Wall Street’: hay mucho de justicia poética en ella
ESTAFADORAS DE WALL STREET
Título original: Hustlers
Año: 2019
Duración: 110 minutos
País: Estados Unidos
Dirección: Lorene Scafaria
Guion: Jessica Pressler y Lorene Scafaria
Fotografía: Todd Banhazl
Reparto: Constance Wu, Jennifer Lopez, Julia Stiles, Keke Palmer, Lili Reinhart, Lizzo, Cardi B, Mercedes Ruehl, Trace Lysette, Vanessa Aspillaga, Mette Towley, Madeline Brewer, Wai Ching-Ho, Emma Batiz, Jay Oakerson, Marcy Richardson, G-Eazy, Brandon Keener, Devin Ratray, Frank Whaley, Jacqueline Frances, Georgia Ximenes Lifsher y Paul A Nielsen
Productora: Gloria Sanchez Productions / STXfilms / Annapurna Pictures / Nuyorican Productions / STX Entertainment
Género: Drama / Comedia
Sinopsis: Inspirado en el artículo viral de la revista New York Magazine, Hustlers sigue a un equipo de ex empleados de clubes de striptease que se unen para cambiar las tornas de sus clientes de Wall Street. (FilmAffinity)
‘Estafadoras de Wall Street’ es esa película de la que no se espera nada, genera conversación y termina en las quinielas a los premios. En las quinielas porque al final la razón impera y se quedó fuera. Jennifer López sonaba para un Oscar y todo. Qué cosas.
La película nos lleva a Nueva York, a un club de streaptease. En él un grupo de chicas bailan y tienen encuentros con hombres poderosos de Wall Street. En ese contexto, y azotadas por la crisis financiera de 2008, un grupo de cuatro chicas ponen en marcha un plan para estafar cientos de miles de millones a los peces gordos de Wall Street. El plan es engatusarles, llevarles al local, que hagan consumiciones y quedarse con ese dinero. Su escudo es que ninguno de ellos estará en posición de reclamar nada por miedo a que un escándalo semejante se pueda hacer público, que sus esposas los descubran o que se queden sin trabajo.
‘Estafadoras de Wall Street’ nos cuenta de manera amena cómo ocurrieron estos hechos y qué pasó entre ellas. Es una película de mujeres y rodada por mujeres. No es una cuestión cualquiera, ya que esta misma película rodada por un director habría sido mucho más sórdida y oscura. En cambio, en ella hay mucho de justicia poética. El guion entiende perfectamente que la estafa es bidireccional, y que las chicas que estafan podrían ser una especie de Robin Hood que devuelve el golpe a quienes han arruinado millones de vidas sin pagar por ello. Por eso, cuando estos hombres son estafados, estamos con ellas. Porque ellas pueden ser cualquiera de nosotros, cualquiera de las personas que perdieron empleos, casas, ahorros y vidas por culpa de los especuladores. Porque en el fondo todos pensamos que devolver el golpe a quienes estafan, está bien.
La película se vale de ese sentimiento general para crear un espectáculo que funciona como un reloj. La hora y 40 minutos que dura no se hacen pesadas en ningún momento. Un ritmo ni muy pausado ni muy frenético nos pone en contexto. La narración, con saltos temporales nos va dando la información justa y necesaria para seguir la trama. Y la música, la fotografía y demás elementos terminan de rematar el conjunto.
¿Es ‘Estafadoras de Wall Street’ una gran película? No. El problema, a pesar de que todo funcione bastante bien, es que en ningún momento deja un regusto de grandeza. Es la película que veríamos una y otra vez en la sobremesa, pero por la que no pagaríamos más de una vez la entrada al cine. Es una película que recordaremos para ser devorada con palomitas, y después olvidada para pasar a otra cosa. ¿Pero a caso no es lo que busca la película?
Lo mejor: Todos los elementos que la componen funcionan realmente bien.
Lo peor: En ningún caso deja ningún poso, lastre importante para los premios a los que pretendía optar.
