‘Beach Rats’: ¿Ha pasado algo aquí?
BEACH RATS
Título original: Beach Rats
Año: 2017
Duración: 95 minutos
País: Estados Unidos
Dirección: Eliza Hittman
Guion: Eliza Hittman
Fotografía: Hélène Louvart
Reparto: Harris Dickinson, Kate Hodge, Erik Potempa y Madeline Weinstein
Productora: Cinereach
Género: Drama
Un adolescente de Brooklyn sin objetivos lucha por escapar de su desoladora vida familiar y averiguar cuestiones sobre su identidad, mientras pasa el tiempo con sus amigos delincuentes, una posible nueva novia y hombres mayores que conoce online. (FilmAffinity)
Navegando en el catálogo de Netflix llegué un día a esta pequeña película que hoy ocupa este espacio: ‘Beach Rats’. Esta película que pasó por el Festival de Sundance llegó con bastante predicamento a mí hace mucho tiempo, pero es de estas películas que dejas pasar y se quedan en el olvido. Un día de verano topé con ‘Beach Rats’ en la plataforma ya mencionada, y le di la oportunidad que no le di en su momento.
Se trata de una película pequeñita, muy pequeñita. Centrada en Nueva York, es una película que sigue a un grupo de chicos en su veintena, sin oficio ni beneficio, que dedican su tiempo libre a salir de fiesta, fumar, drogarse y jugar a la pelota. En este grupo seguiremos de cerca a uno de ellos, interpretado por Harris Dickinson, que, además de todo lo dicho, oculta a sus amigos sus relaciones con otros hombres que conoce en webs.
Entrando en harina directamente, y sin cortapisas, es una película donde no ocurre nada, absolutamente nada. Pasa lo mismo que en la argentina ‘Taekwondo’, pero mientras en aquella la nada no molesta porque tiene cierto sentido con el tema, aquí molesta porque hay de dónde sacar, hay temas de los que seguir y hay personajes con aristas que daban para mucho más. Pero Eliza Hittman no aprovecha todos estos elementos y prefiere un filme más contemplativo que entrado en el barro.
Por un lado, se nos muestra que Dickinson tiene una familia desestructurada, su padre está enfermo, su hermana está entrando en la adolescencia y sus problemas y su madre está acomplejada por todo lo que está viviendo. Él incluso podría haber entrado mucho más en su torbellino que mezcla sexualidad y drogas. Pero no, todo queda en un plano más superficial, y el final, que sí que entra más en lo profundo, se queda corto y se corta de forma abrupta.
De acuerdo que rompe con las reglas habituales del cine LGTB, si bien está más cerca de la mencionada ‘Taekwondo’ de Marco Berger, ¿pero es suficiente? Yo creo que no. La película, siendo breve, se hace pesada, lenta y aburrida. Tal vez es lo que ha intentado, pero no consigo entrar jamás en ella. Me ocurre lo mismo que la propia visión de la película, miro desde fuera, como un espectador impasible ante algo que ocurre en la calle, sin inmutarme, y cuando cruzo la calle ya me he olvidado.
Ni con las actuaciones podría destacarla por nada. Dickinson hace un buen trabajo, pero quitando el hecho de que no contaba con experiencia cuando llegó a esta película, no hay mucho más que destacar. El resto del reparto son actores desconocidos. Que sí, que bien, que muy realista, pero ninguno de ellos tiene oportunidad de lucirse.
Es complicado hablar de una película que no te deja marca casi de ninguna manera. La indiferencia total, ni amor ni odio, me lastra completamente la experiencia con ella. Cuando alguna subtrama me interesa y espero verla desarrollada, el filme me dice que no, que por aquí no, te vas a quedar con las ganas.
Lo mejor: Las localizaciones.
Lo peor: Provoca la absoluta indiferencia y ningún tema está rematado correctamente.
