RELIGULOUS
Título original: Religulous (A Spiritual Journey)
Año: 2008
Duración: 101 minutos
País: Estados Unidos
Director: Larry Charles
Guion: Larry Charles
Fotografía: Anthony Hardwick
Reparto: Bill Maher
Productora: LionsGate Films
Género: Documental
Documental del director de la película ‘Borat’, e interpretado por el popular e ingenioso cómico norteamericano Bill Maher, que analiza en clave paródica el estado actual de la religión en el mundo. (FilmAffinity)
Polémico, así es este documental producido y dirigido por el director de ‘Borat’. Aún a pesar de ser polémica, la película documental no deja de ser necesaria y una bofetada a todos los que creen en serpientes que hablan, Adán y Eva, planetas lejanos de donde vienen los dioses y demás historias.
La película protagonizada por el humorista Bill Maher, deja claro desde el principio que se está haciendo desde la perspectiva de un humorista y ateo. En ningún caso se puede tomar ‘Religulous’ como un estudio serio sobre la religión, no lo es. Aunque esa falta de seriedad de Maher no hace que el filme sea, en ningún caso, una sarta de tonterías, sino más bien un “zasca” tras otro a los que creen a pies juntillas lo que, teóricamente, las religiones dicen.
Salpicado con numerosos gags, Maher va hablando con muchísimos personajes, de toda clase, condición y religión (curas, creyentes, ex-creyentes, conversos, ateos, científicos, turistas en un parque de atracciones sobre la Biblia, musulmanes homosexuales, rabinos…), dejando patente su excepticismo ante lo que la gente defiende con una asombrosa convicción.
Como espectador, quedarás perplejo ante algunas de las declaraciones que hacen los personajes que Maher reúne. Como píldoras quedan el tendero que cree que Jonás vivió durante 3 días en una ballena, o pez grande, como dice él; el senador por Arkansas, Mark Pryor, que afirma que no es necesario pasar un test de inteligencia para ser senador; el que afirma ser la reencarnación de Cristo, etc.
‘Religulous’ es una película que, si eres ateo, te hará pasar un rato divertido, reírte y reafirmarte en tus creencias, o falta de ellas. Si eres creyente, y sigues queriendo ver el documental, prepárate para que, de forma muy educada y sutil, te canten verdades a la cara sobre tus creencias. Y no te creas que Bill Maher se pasa la película poniendo en ridículo a nadie, no lo hace en ningún momento, se dedica a plantear dudas y cuestiones, dejando que los personajes sean los que se retraten a ellos mismos.
Lo mejor: que Bill Maher no necesita ridiculizar a nadie para que la gente llegue a quedar en evidencia
Lo peor: tanto gag e inserto termina por cansar