>

Blogs

Belén Casado Mendiluce

La psicóloga en casa

Miedo a vivir

 

   A petición vuestra, voy a desarrollar este tema tan interesante.


 
   Hace tiempo, una persona me habló de cómo había hecho frente al miedo a la muerte debido a la enfermedad que padecía un familiar. “Cuando me lo trabajé en terapia -me contó- pensaba que ya no tendría miedo a nada porque ese miedo- a la muerte- me parecía el peor de todos, pero ahora me doy cuenta conforme pasa el tiempo que existe otro aún peor y que me trae por la calle de la amargura: el miedo a vivir”.


 
   Aviso para navegantes: el que sienta este miedo no es ninguna persona rara ni enferma sino, probablemente, alguien con una sensibilidad especial. Es un miedo que produce rechazo en los demás (“está tocado del ala”) y les asusta (“¿se querrá suicidar?”) pero el que lo siente, simplemente, se ha hecho más consciente de sí mismo y ha tocado la raíz de todos los miedos.




   El que lo padece puede estar pasando por cambios importantes en su vida (divorcio, soledad, fallecimiento de un familiar…) que lo hacen más vulnerable a sufrirlo. Se manifiesta con angustia, miedo a ser incapaz de valerse por sí mismo en la vida, dificultad de afrontar los problemas de la vida diaria, ataques de pánico e impotencia. ¿Qué hacer?


 
   1º- Procura dedicar todos los días un tiempo para hacer yoga o meditación: comenzar el día relajándote es un buen antídoto contra el estrés. Fundamental, también, dormir bien y tener un ritmo ordenado de vida ( no vale hacer por hacer cosas, sino priorizar las importantes sin agobios) y con unos minutos para parar y descansar ( estar a solas sin hacer nada, leer, escuchar música…).


 
   2º- Planifica al día dos o tres tareas importantes para ti si, por ejemplo, buscas trabajo o necesitas aumentar tus relaciones sociales. Es decir, haz algo por afrontar este miedo aunque te cueste pero, poco a poco, sin querer abarcarlo todo de golpe porque si no, se actúa desde la ansiedad.


   Después de que has hecho lo que te has propuesto, sólo dos o tres cosas, relájate y descansa. Valora positivamente tu actitud de afrontar las cosas y pasa a ocuparte de tareas más livianas y cotidianas para ti. Conforme pase el tiempo y experimentes menos ansiedad, podrás abarcar más tareas pero, al principio, hay que ir despacio.


 
   3º- Procura llevar la atención al presente, a lo que estés haciendo, aunque sea fregar los platos, para evitar darle vueltas a la cabeza. Cuando te observes pensando negativamente, vuelve a centrarte en lo que estés; haz esto tantas veces como te haga falta: de la distracción a la atención. Pensar sobre los problemas no va a hacer que encuentres una solución, ya estás poniendo de tu parte afrontando lo que te ocurre.


 
   4º- Sé paciente y cariñoso contigo. No te exijas cambiar- no tener ese miedo- si ahora no puedes, deja de luchar contra ti mismo para estar bien.


   Tu miedo no es tu enemigo aunque te haga pasar mal rato; llévalo a la calle contigo de la mano, a hacer lo que tengas que hacer, aunque no te haga gracia.


   Date permiso para estar decaído sin pretender dar buena imagen a los demás. Aunque estés en la oscuridad, no por ello dejas de caminar…

Continuaremos de la mano…Belén Casado Mendiluce


Sobre el autor

Soy Licenciada en Psicología y desarrollo mi trabajo en una consulta privada. Mi vocación desde joven ha sido la psicología, y a través de ella he buscado comprender a los demás y a mí misma. Desde ese trabajo interior, intento que lo que transmito sea un reflejo de aquello en lo que creo y que me sirve a mi. Me siento siempre en búsqueda, abierta a aprender de todo aquello que me haga crecer como persona. Y creo que lo que se vive como vocación no es sólo patrimonio mío sino que puede servir a los demás.


octubre 2011
MTWTFSS
     12
3456789
10111213141516
17181920212223
24252627282930
31