Párate a sentir | La psicóloga en casa >

Blogs

Belén Casado Mendiluce

La psicóloga en casa

Párate a sentir

 

   Fíjate lo que te digo: párate y siente, porque no es posible lo uno sin lo otro.
   Necesitas ir más despacio en tu vida para darte cuenta de algo, para tomar conciencia de lo que sientes. Pero, ¿qué significa parar?


 
   Parar no sólo se refiere a que te tomes un tiempo para descansar e incluso no hacer nada sino, sobre todo, que te tomes tu día a día con el ritmo lento necesario para que seas consciente de lo que haces.


 
   No puedes darte cuenta de tu alteración si vas deprisa a todas partes, porque estás metida en plena agitación. Sólo cuando dejas de correr es cuando te das cuenta de la rapidez de tu respiración. Camina despacio.


 
   No puedes saber qué hacer en esa situación familiar si no te tomas un tiempo para escucharte, dejando constantemente de hacer cosas, estando a solas contigo misma. Lentifica tu ritmo.


 
   Alguien decía que asusta dejarse sentir porque no sabes con lo que te vas a encontrar. Por eso nos creamos la necesidad de estar constantemente ocupados en múltiples actividades para no parar…O también nos encerramos en lo conocido, nuestras rutinas, porque nos dan “seguridad”.


 
   Pararte a dejarte sentir es siempre un camino, no hay ahí monstruos agazapados al acecho esperando a saltar sobre nosotros. No hay que tener miedo de nosotros mismos, de lo que vayamos a encontrar al mirar.


 
   Nuestros sentimientos son llamadas a la puerta esperando que le abramos y hagamos caso de lo que nos vienen a decir: algo que nos ayuda siempre.


 
   Pero si te paras, procura hacerlo en la soledad de tu habitación donde no vayas a dejarte llevar ni por la impulsividad de lo que has hecho siempre ni por lo que te digan los demás por mucho aprecio que les tengas. Párate a solas sin dar cuentas a nadie de lo que pasa dentro de ti ni sentirte obligada a que te aprueben. Este camino se recorre en soledad…y en libertad.


 
  Dentro de ti sólo hay…quien eres tú. Alguien con capacidad para decidir aquello que necesita para tenerse en cuenta a sí mismo aunque no sea una decisión fácil de tomar o no la entiendan los otros. Sólo necesitas parar a sentir…y hacer caso a lo que sientes para, así, tenerte en cuenta.


 
   Para parar no hace falta dar vueltas a la cabeza sino sentarse a solas y llevar la atención a tu pecho y tu vientre, ese cerebro emocional tantas veces olvidado. Ahí se encuentra la puerta a nuestro interior.


 
   No busques encontrar respuestas rápidas que te hagan salir del atolladero como quien busca la receta mágica. Permítete seguir un tiempo sin saber qué hacer pero a la escucha de ti mismo, pronto sentirás por dónde ir.


 
   Y sigue cultivando el ritmo lento: cuando camines hacia el trabajo, cuando comas, cuando hables con los demás…sé consciente de cómo estás.


 
   De donde se aprende más en la vida es…de uno mismo.

Caminaremos…Belén Casado Mendiluce


Sobre el autor

Soy Licenciada en Psicología y desarrollo mi trabajo en una consulta privada. Mi vocación desde joven ha sido la psicología, y a través de ella he buscado comprender a los demás y a mí misma. Desde ese trabajo interior, intento que lo que transmito sea un reflejo de aquello en lo que creo y que me sirve a mi. Me siento siempre en búsqueda, abierta a aprender de todo aquello que me haga crecer como persona. Y creo que lo que se vive como vocación no es sólo patrimonio mío sino que puede servir a los demás.


noviembre 2011
MTWTFSS
 123456
78910111213
14151617181920
21222324252627
282930