>

Blogs

Belén Casado Mendiluce

La psicóloga en casa

Profundidad

Le dijo el Maestro al hombre de negocios: “Del mismo modo que el pez perece en tierra firme, así también pereces tú cuando te dejas enredar en el mundo. El pez necesita volver al agua…y tú necesitas volver a la soledad”

El hombre de negocios no salía de su asombro. “¿Debo, pues, renunciar a mis negocios e ingresar en un monasterio?”

“No, nada de eso. Sigue con tus negocios y entra en tu corazón”

Necesitamos escuchar las señales de nuestro cuerpo. Si nos sentimos agobiados con nuestro ritmo de vida, en el que no tenemos tiempo para parar y vivir con calma las cosas, busca un momento para estar a solas contigo mismo sin hacer nada.

Simplemente, siéntate o túmbate relajadamente y date unos minutos para observar el ritmo de tu respiración. Lleva la atención al movimiento de tu vientre cuando inspiras y espiras, como si eso fuera lo más importante en este momento. Date unos minutos para sentir tu cuerpo, como si por un momento pudieras detener el tiempo para ti.

Presta atención a las sensaciones de tu cuerpo en esos momentos. Puedes darte cuenta de que algunos problemas de tu día a día encuentran en ti un espacio con más tranquilidad y sosiego, un espacio interno donde reposar las cosas, sin tener que tomar ninguna decisión ni llegar a ninguna conclusión. Déjate estar ahí.

No te exiges nada: no necesitas demostrarte que eres capaz de afrontar una situación ni de tener entereza para no hundirte en el desánimo. Simplemente, puedes estar como te salga y como te pida el cuerpo. Puede ser que éste necesite llorar amargamente o expresar en voz alta -a solas- tu rabia por lo vivido. Date permiso.

Y cuando te das permiso para estar contigo mismo como surja, sin prisas y sin tener que llegar a ninguna parte, entonces, estás fluyendo como un río; no te resistes a nada desde ese fluir, y creas el mejor espacio posible para dejar que las cosas sean como SON.

Caminaremos…Belén Casado Mendiluze

belencasado@terra.es

 

Temas

Sobre el autor

Soy Licenciada en Psicología y desarrollo mi trabajo en una consulta privada. Mi vocación desde joven ha sido la psicología, y a través de ella he buscado comprender a los demás y a mí misma. Desde ese trabajo interior, intento que lo que transmito sea un reflejo de aquello en lo que creo y que me sirve a mi. Me siento siempre en búsqueda, abierta a aprender de todo aquello que me haga crecer como persona. Y creo que lo que se vive como vocación no es sólo patrimonio mío sino que puede servir a los demás.


enero 2012
MTWTFSS
      1
2345678
9101112131415
16171819202122
23242526272829
3031