Persigue tus sueños
“Hay que tener valor para vivir como uno quiere”. Es una de las conmovedoras frases de la película “Revolutionary Road” de Sam Mendes que recomiendo vivamente.
La he visto este fin de semana y no he podido por menos de conmoverme. Está ambientada en la Norteamérica de los años 50, pero la historia es absolutamente actual. ¿Acaso no sentimos las personas de manera similar?
Nos traslada al dilema existente entre vivir persiguiendo los sueños o amoldándose al sistema. Describe la vida de una pareja en silenciosa desesperación: la vida pasa ante ellos sin ser protagonistas de la misma.
Dejaré los detalles de la película de lado, para no quitar el interés por verla. Lo que me interesa compartir con vosotr@ es la necesidad de vivir sin renunciar a los propios sueños, sin traicionarse a uno mismo; por lo menos, intentándolo.
¿Que sientes que vales para determinado trabajo y disfrutas con él? Sigue en él aunque tengas dudas o no esté tan bien pagado como te gustaría. ¿Que tus amigos o familiares te inclinan por un trabajo “seguro” pero tú necesitas otro más “inestable” pero más afín a ti? Lucha por aquello en lo que crees.
No podemos traicionarnos a nosotros mismos, dejar de lado aquello en lo que consistimos. Unos tienen la capacidad para los balances de empresa, otros para la literatura y aquellos se desenvuelven bien ayudando a colectivos desfavorecidos. Permanece ahí aunque soplen vientos en contra.
Vive de acuerdo a ti mismo. Por lo menos inténtalo. Y acuérdate de que nadie es profeta en su tierra. No esperes tener el apoyo de los demás cuando vayas contra corriente, porque la sociedad está montada para que pasemos por el aro del conformismo: todos haciendo las mismas cosas para vivir…
Amoldarse al sistema también tiene su precio: cuando seguimos con la pareja de toda la vida por no crear conflictos, cuando queremos formar una familia y tener hijos porque es lo que hace todo el mundo…tarde o temprano acabamos hundidos en el tedio y sintiendo que “estamos muertos en vida”, en el “irremediablemente vacío” de nuestra existencia (otra contundente frase de la película).
Hace falta valor, no para seguir con esa vida de autómatas, sino para vivir de la manera que uno quiere, con ilusión, con empuje vital, aunque no todo sea de color de rosa y flaqueemos en el camino. También eso está permitido.
Vivir es mucho más que cumplir con un papel establecido. Es escribir tu propia historia aunque quien la lea seas sólo tú.
Caminemos…Belén Casado Mendiluze