Apóyate en mí sin ser un peso | La psicóloga en casa >

Blogs

Belén Casado Mendiluce

La psicóloga en casa

Apóyate en mí sin ser un peso

En ocasiones, pienso sobre qué significa tener confianza en una persona. Compartir con ella intimidades propias que no ajenas, las dudas y miedos consustanciales a la condición humana.

Pero andaba con “la mosca detrás de la oreja” porque es muy fácil, casi no nos damos cuenta, convertirnos en una carga para la otra persona. Empezamos contando a nuestra amiga íntima -me parece más típico de mujeres- nuestro día a día y acabamos pidiéndole consejo de nuestras decisiones diarias, como si esperásemos contar con la aprobación de esta persona a la que queremos.

“Quien esté libre de falta que tire la primera piedra”. Todos pasamos por situaciones en las que necesitamos el cariño y el apoyo incondicional…durante un tiempo. Hay que tener cuidado cuando nos hacemos dependientes de la opinión, de la aprobación y de la atención ajena. Y nadie se libra de tener sus pequeñas o grandes dependencias….mientras se dé cuenta de ellas.

Cuántas veces he escuchado la frase: “cada palo que aguante su vela” y me he rebelado contra ella. Se me antojaba que reflejaba despreocupación del sufrimiento ajeno y esa indiferencia del que dice: “como a mí no me toca…”. Pero, como todo, es una frase que no está exenta de verdad.

Cada persona tiene que lidiar con sus dificultades diarias, grandes o pequeñas, pero que son las importantes para ella, que no vamos a medir si se ahoga en una piscina o en un vaso de agua. Y a nadie le gusta llevar a la espalda más mochila que la suya propia, que ya cuesta aprender a caminar uno mismo.

Apoyarse y descansar en una persona es normal en una relación de convivencia, por aquello de que compartir un mismo espacio con aquel que sufre te hace estar más próximo a su sufrimiento. Pero es cierto que hay que pedir ayuda al otro sin dejar de poner en práctica nuestras capacidades para enfrentar los problemas, que todos tenemos, y cada cual las suyas.

No se trata de ser unos individualistas que nos preocupamos de resolver nuestros problemas como si la vida de los otros no nos afectara, pero nos hacemos un flaco favor a nosotros mismos cuando desconfiamos de nuestros recursos internos para salir adelante en la vida y queremos que nos la solucionen los demás.

A mí me gusta compartir la vida, los sentimientos, simplemente como uno esté, sin más expectativa, sintiendo que importas al otro porque se preocupa por ti, pero no me gustaría la sensación de que se sintiera responsable de mi, porque ya se sabe que cumplir con expectativas ajenas es tarea ardua y cansina.

Caminamos…Belén Casado Mendiluze

belencasado@terra.es

Temas

Sobre el autor

Soy Licenciada en Psicología y desarrollo mi trabajo en una consulta privada. Mi vocación desde joven ha sido la psicología, y a través de ella he buscado comprender a los demás y a mí misma. Desde ese trabajo interior, intento que lo que transmito sea un reflejo de aquello en lo que creo y que me sirve a mi. Me siento siempre en búsqueda, abierta a aprender de todo aquello que me haga crecer como persona. Y creo que lo que se vive como vocación no es sólo patrimonio mío sino que puede servir a los demás.


febrero 2012
MTWTFSS
  12345
6789101112
13141516171819
20212223242526
272829