Tranquilo sí, conforme no | La psicóloga en casa >

Blogs

Belén Casado Mendiluce

La psicóloga en casa

Tranquilo sí, conforme no

Cuando se busca el estar bien uno mismo, también hay que rodearse de personas que valoren la tranquilidad y acompañarme de ambientes con cierta paz.

Había quien meditaba en silencio porque necesitaba sentirse en paz cuando en su casa existía una tensión a la que se había habituado. Pero no se puede estar en paz cuando los demás no quieren estar ni vivir en paz, aunque no se den cuenta de ello. De manera que lo que necesitamos en esa situación no es llevar nuestra paz a ella, pretender que con nuestra tranquilidad de ánimo las cosas nos afecten menos e incluso nos resulten indiferentes, sino utilizar nuestra energía interior para enfrentarnos a lo que nos agota, nos desanima y nos resta paz.

No todas las situaciones se pueden resolver con una actitud ecuánime, un tono de voz pausado en el que no haya una palabra más alta que otra, una actitud comprensiva en la que, la mayoría de las veces, nos ponemos en la piel del otro y pocas en la nuestra propia.

Estar bien con uno mismo también implica sacar fuerzas de flaqueza y ventilar nuestra rabia aunque no lo hagamos de la manera más adecuada. No importa. Lo que sí importa es poder escuchar nuestra voz tantas veces callada y oírnos a nosotros mismos quejarnos y reafirmarnos en aquello en lo que creemos.

Solemos andar con miedo de sacar nuestro mal genio a relucir, no sea que nos vayamos a descontrolar y salirnos de madre con lo que, con el pretexto de no saber encontrar el punto medio, nos acabamos conteniendo y callando.

Pero el punto medio de equilibrio se encuentra sobre la marcha, poniendo en práctica la costumbre de decir lo que pensamos y sentimos porque sólo oyéndonos lo que decimos podemos ir situándonos, ahora encolerizados, luego reivindicativos, después asertivos. Y por el camino se va encontrando cierto punto medio…

Cuando se ha pasado mucho tiempo en el extremo de callar, contener y no expresar, no se puede pasar directamente al término medio de decir las cosas con tranquilidad. Primero hace falta vivir cierto “desparrame emocional” en el que lo largamente reprimido encuentra por fin una vía de salida, aunque al principio sea como un río desbordado. No importa, el torrente de emociones ya ha encontrado cierto cauce en el que poder ser y existir y ya no va a taparse.

El miedo hay que tenerlo de lo que no se expresa ni sale a la luz, porque lo que sale a tomar el aire lo tenemos delante de nuestros ojos a plena luz del día.

Caminamos… Belén Casado Mendiluze

beléncasado@terra.es

*Con motivo de la festividad de la Semana Santa, nos volveremos a encontrar el próximo miércoles día 11. Disfrutad y descansad.

 

Temas

Sobre el autor

Soy Licenciada en Psicología y desarrollo mi trabajo en una consulta privada. Mi vocación desde joven ha sido la psicología, y a través de ella he buscado comprender a los demás y a mí misma. Desde ese trabajo interior, intento que lo que transmito sea un reflejo de aquello en lo que creo y que me sirve a mi. Me siento siempre en búsqueda, abierta a aprender de todo aquello que me haga crecer como persona. Y creo que lo que se vive como vocación no es sólo patrimonio mío sino que puede servir a los demás.


abril 2012
MTWTFSS
      1
2345678
9101112131415
16171819202122
23242526272829
30