Carta de amor | La psicóloga en casa >

Blogs

Belén Casado Mendiluce

La psicóloga en casa

Carta de amor

“Tú y yo nos queremos sin palabras y con ellas. Sin ellas, cuando te respeto en tu necesidad de silencio y, simplemente me quedo a tu lado con lo que necesites: que te dé la mano o que te deje con tu propio espacio. Con palabras, cuando nos decimos que nos queremos para no olvidarnos de expresar lo que se siente. No quiero caer en la rutina del que se sabe todo dicho.

Te quiero sintiéndote, no desde la cabeza porque seas mi pareja, mi hijo o mi amiga de la infancia, sino desde lo que me conmueves en mi cuerpo. No puedes resultarme indiferente incluso cuando estoy sin ganas de ver a nadie y prefiero estar a solas: tu ausencia es una forma de presencia para mí, te llevo conmigo aunque no sea consciente de ello.

Puedo hablar más o menos contigo, hacer muchas cosas juntos o no, pero siempre necesito cada día tocarte de alguna manera: la mano, la cara, tu pelo…Ese contacto lo siento como el aire que respiro, lo busco y lo ansío. Sé, por experiencia propia, que cuando se deja de tocar a quien se quiere, algo se muere dentro de uno.

Y cuando me altero contigo o me enfado, déjame mi tiempo para encontrarme conmigo misma porque me he perdido, he salido de mí, necesito parar, sentarme al borde del camino y sentirme. Prefiero estar callada, sin decir nada para así escuchar mi vorágine interior e ir acallándome poco a poco.

Tú no me haces estar mal, no eres culpable de nada, sólo soy yo quien necesito moverme de sitio con respecto a ti, colocarme en el lugar en el que me sienta cómoda y siga siendo yo. Tienes derecho a cambiar y descolocarme, pero no necesito discusiones formando parte de mi vida ni quiero una relación de montaña rusa, ahora arriba, ahora abajo.

Muchas veces hablamos de respeto cuando sentimos que es más difícil de poner en práctica. El respeto a los diferentes ritmos para darse cuenta de las cosas, de los miedos e inseguridades propios, aunque tú veas mis defectos claros y quieras hacerme cambiar. Pero yo no soy tú.

El respeto a lo que cada uno necesita, sinceramente sentido: necesidad de soledad, de tranquilidad, de movimiento. ¡Qué difícil armonizar las diferentes necesidades! Como cuando te pido distracción e ir al cine, si tú necesitas soledad y quedarte en casa. Entonces me doy cuenta de que no podemos satisfacernos en todo momento ni en todas las áreas.

Porque todos necesitamos sentirnos protegidos, con nuestras debilidades y flaquezas, pero sintiendo que te protejo porque sé que vales lo mismo que yo, no menos. Y no me importa necesitarte si antes te quiero, pero sí me preocuparía quererte sólo por mi necesidad.”

Con amor, dedicado a todas las personas que se quiere.

 

Caminamos…Belén Casado Mendiluze

belencasado@terra.es

 

 

Temas

Sobre el autor

Soy Licenciada en Psicología y desarrollo mi trabajo en una consulta privada. Mi vocación desde joven ha sido la psicología, y a través de ella he buscado comprender a los demás y a mí misma. Desde ese trabajo interior, intento que lo que transmito sea un reflejo de aquello en lo que creo y que me sirve a mi. Me siento siempre en búsqueda, abierta a aprender de todo aquello que me haga crecer como persona. Y creo que lo que se vive como vocación no es sólo patrimonio mío sino que puede servir a los demás.


junio 2012
MTWTFSS
    123
45678910
11121314151617
18192021222324
252627282930