Buenos días Belén.
“Tengo dudas de que mi pareja me quiera, y hace una semana estuvimos a punto de dejar definitivamente una relación de 12 años. En general hemos tenido una buena relación, con nuestros altibajos como todas las parejas. Pero sí que es verdad que ha sido una relación un tanto forzada por las circunstancias. Yo me tuve que ir de alquiler hace 9 años, y ahí comenzó el arrastrar a mi novio. Digo arrastrar porque siempre ha tenido dudas de dar pasos conmigo. Yo me tenía que ir sí o sí, y cuando me vio con las maletas fue cuando acabó viniendo conmigo. Él decía que tenía un montón de ganas, pero le costó mucho dar ese paso. El tiempo pasaba y yo le comentaba de comprar una casa, pero siempre moviendo yo los hilos, pues él quería pero no daba ningún paso. Y le digo de casarnos. Me dice que le he machacado con el tema. Yo le he dicho de que no estoy dispuesta a tirar otros 12 años y que a ver dónde va todo esto. Que nunca ha dado un paso conmigo salvo por las circunstancias o porque efectivamente he sido machacona, y tan pronto me lleva a la iglesia a preguntar y a restaurantes, como me dice que no quiere y punto. Me dijo que no tenía ilusión, le pregunté que por qué, y me dice que no sabe. Sin embargo me dice que le hace ilusión tener familia conmigo, a lo que llevo 3 años de tratamientos y no conseguimos tener suerte, pero cuando te pasas tres años subiendo al hospital y no es capaz de acompañarte ni un día y pasa de todo… Esta decisión de tener familia ha sido la única decisión que hemos querido los dos ¿Tengo motivos para pensar que no me quiere? Él me dice que si no me quisiera no estaría conmigo. Yo le doy mucha importancia al matrimonio por el hecho de que es el único paso que queda por dar, y me gustaría que fuera él el que lo diera, pero prefiere verme triste y a veces llorosa antes de hacerme feliz. En esta situación, le he dicho que por mi parte mientras no mejore la situación, que me niego a tener hijos de momento ¿Qué opinas de todo ello?”
Es evidente que existe una diferencia entre vosotros en cómo sentís la pareja. Tú parece que “tiras del carro” y él que va a remolque de ti. Pero en una relación no se trata de tirar de nadie. Ni tú tienes que forzar que él dé pasos que no siente ni él, por miedo a perderte, tiene que obligarse a nada.
¿Qué pasaría si dejaras de tirar de él? ¿Si dejaras de machacarle, como dices? Esa actitud no conduce a nada, más que a convertir la relación en un tira y afloja, en una especie de lucha de poder, a ver quién puede más. No es bueno. Si dejas de insistirle, puede que te tengas que plantear si realmente estáis hechos para convivir y compartir una vida juntos o no.
Si no ha dado pasos contigo (vivir juntos, comprar una casa, casarse…) será porque no siente las mismas ganas que tú y tiene sus dudas. Eso es obvio. Como lo es el que tú te empeñas en un proyecto de pareja que parece más tuyo que de los dos.
Hay una contradicción en lo que cuentas: si la decisión de tener familia ha sido la única decisión que habéis querido los dos, como cuentas, ¿cómo es que no ha sido capaz de acompañarte en las visitas médicas a lo largo de 3 años? Es evidente que te cuesta ver lo que ocurre entre vosotros, quizás por tu deseo de tener una familia y formalizar una relación.
No te aconsejo que te cases con una persona que tiene tantas dudas. Una boda nunca debe convertirse en el último paso obligatorio a dar en una relación, porque las relaciones de pareja se construyen en un camino de dos donde no debe existir ningún “protocolo” a cumplir más que el que deseen ambos. En todo caso, el formalizar la relación surge de manera natural entre la pareja como algo deseado por los dos. Que no es el caso.
Los problemas que tenéis ahora sin casaros los seguiríais teniendo después de la boda, acrecentados por el hecho de constatar que se han dado pasos sin sentirlos de veras, dejándose llevar, con lo que abrimos la puerta al resentimiento y a la frustración entre vosotros. Es mejor evitarlo.
Espero haberte servido de ayuda
*Este consultorio ha sido realizado con autorización expresa del paciente, modificados algunos datos para preservar su anonimato.
Caminamos…Belén Casado Mendiluze