¿Das valor a estar tranquilo? | La psicóloga en casa >

Blogs

Belén Casado Mendiluce

La psicóloga en casa

¿Das valor a estar tranquilo?

 

Seguro que contestarías afirmativamente a la pregunta, pero lo que haces para ponerlo en práctica es lo que tiene la última palabra.

¿Crees que tu tranquilidad depende de las circunstancias exteriores, de que hoy no hayas tenido un encontronazo con tu jefe, de que tu compañero de trabajo te haya tenido en consideración o de que tu pareja se haya acordado de la cita pendiente?

Por supuesto que todo lo que te ocurre te afecta de alguna manera y es normal que así sea, no vas a reaccionar como si la cosa no fuera contigo y te mantuvieras indiferente a lo que pasa. Pero otra cosa es que tu estado de ánimo se venga abajo o se descontrole con cada situación que te desagrada.

Quéjate, expresa tu malestar o tu tristeza si es lo que necesitas, pero cuando dejas que la situación te pueda y acabas desbordado, es que no das la suficiente importancia a estar tranquilo contigo mismo. Puedes manifestar tu desacuerdo o tu desagrado sin perder los papeles y acabar tan alterado que eso sea lo único que llame la atención.

Si das valor a estar tranquilo es que cultivas un tiempo diario de tranquilidad, así de simple. No es posible que tengas un ritmo frenético diario en el que no paras de hacer cosas y luego pretendas tomarte los problemas que te lleguen con templanza de ánimo. La tranquilidad se cultiva, no surge por sí sola.

Claro que buscar media hora al día para relajarse te puede parecer un imposible, pero seguro que encuentras momento para leer el periódico o, simplemente, dejarte caer en el sofá frente al televisor. “Ya, pero me estoy relajando y entreteniendo”, me dirás. Y me parece muy bien siempre que te des cuenta de que sólo eso no te va ayudar a estar sereno cuando te vengan las dificultades. O sea, que tienes que empezar a preguntarte qué necesitas.

Estar tranquilo es cuestión, en primer lugar, de NECESIDAD porque si no sientes la necesidad interior de ir más despacio, tomarte las cosas con otra calma o sentirte mejor contigo mismo, poco tienes que hacer, la verdad. Esa necesidad SENTIDA no es fruto de propósitos mentales que acaban olvidados con el tiempo sino de un sentimiento de preocuparse por estar bien con uno mismo.

Eres tú mismo quien tiene que sentir las ganas de vivir de otra manera. ¿Alguna vez has deseado reaccionar de otra manera frente a los problemas, con más calma y menos alteración, y que eso fuera una actitud tuya ante la vida y no un momento temporal de tranquilidad? Entonces ponte manos a la obra.

Pregúntate qué es lo importante para ti en la vida, si seguir funcionando como hasta ahora o tomarte un tiempo para relajarte y que tu vida diaria se beneficie de tu tranquilidad. Cuando te contestes a la pregunta sabrás por dónde ir.

 

Caminamos…Belén Casado Mendiluce

 belencasado@terra.es

Temas

Sobre el autor

Soy Licenciada en Psicología y desarrollo mi trabajo en una consulta privada. Mi vocación desde joven ha sido la psicología, y a través de ella he buscado comprender a los demás y a mí misma. Desde ese trabajo interior, intento que lo que transmito sea un reflejo de aquello en lo que creo y que me sirve a mi. Me siento siempre en búsqueda, abierta a aprender de todo aquello que me haga crecer como persona. Y creo que lo que se vive como vocación no es sólo patrimonio mío sino que puede servir a los demás.


enero 2013
MTWTFSS
 123456
78910111213
14151617181920
21222324252627
28293031