¡Qué bien te han sentado estos días de vacaciones! Has tenido tiempo para dormir más, leer aquel libro que tenías olvidado y, sobre todo, no tenerte que preocupar por nada. Pero…¿cómo puedes evitar el que se te haga cuesta arriba volver a empezar con la rutina diaria?
Es normal que tu cuerpo y tu mente necesiten un tiempo para habituarse a tu ritmo diario. No pretendas estar al 100% en tu trabajo desde el primer día. Lo importante no es que te acuerdes de todo lo que tienes que hacer sino que te sientas con fuerzas y ánimo para afrontarlo. Levántate por la mañana sin pensar en todas las tareas que tienes por delante: ya las tienes registradas en tu mente o apuntadas en tu agenda. Simplemente, vete haciéndolas.
A veces, piensas que los días son una sucesión de problemas a resolver: que si falla el programa informático, que si surgen desacuerdos en tu equipo de trabajo, que si no se han cumplido los objetivos de ventas…”¡Todo son problemas!”, piensas, mientras anhelas ese tiempo de descanso en que no te sientes con la obligación de tener que solucionar nada.
Los problemas diarios a los que tienes que hacer frente te cansan, es verdad, pero son también una oportunidad para que te expreses, para que saques a desarrollar tus capacidades y talentos, que los tienes, sin duda.
¿Cómo vas a demostrarte a ti mismo que eres capaz de mostrar serenidad ante un conflicto si no es en la práctica, con el problema delante? ¿Cómo vas a desarrollar tu capacidad de confiar en ti mismo si no es poniéndote en la situación de afrontar lo que te preocupa, aunque sientas miedo? Es en la vida real, con los problemas reales como se aprende a vivirlos de otra manera.
Nadie nace sabiendo enfrentarse a lo que le cuesta. Eso se va aprendiendo poco a poco, a base de practicar una y otra vez, cayendo unas cuantas veces en el camino. Las dificultades que se te presentan en la vida tómatelas como una oportunidad para aprender y sacar a la luz aquello de lo que eres capaz, no como una faena que debes sortear lo mejor posible.
Si anhelas tener más tranquilidad de ánimo y alterarte menos con las preocupaciones, si deseas hacer lo que está en tu mano por solucionar los problemas sin sentirte desbordado por ellos, es que en tu interior existe esa capacidad de sentirte mejor contigo mismo y demostrarlo en la práctica, si no, no sentirías la inquietud de mejorar. La vida, entonces, está ahí para que tú la utilices para expresar lo que eres capaz en cada momento, así de simple.
Eres mucho más de lo que tú imaginas de ti mismo. Eres capaz de salirte de la imagen que tú has hecho de ti. Sólo necesitas actuar en vez de pensar tanto y valorar los pasos que das cada día en tu caminar.
Caminamos…Belén Casado Mendiluce
belencasado@terra.es