Eres sociable cuando te relacionas con los demás sin forzarte y respetando tu forma de ser, cuando pones de tu parte para participar en la conversación pero te dejas tranquilo si no te sale nada que decir. Pero cuando quieres dar la imagen de persona sociable y simpática, que cae bien a todos, te pierdes.
En ocasiones, la línea que separa el ser sociable del caer bien es fina y todos, en algún momento, hacemos o decimos cosas por crear buen ambiente cuando no forman parte de nuestra manera habitual de ser. Eso no tiene mayor importancia, otra cosa es la actitud general de querer agradar.
Puedes apuntarte a un plan de la mayoría del grupo como ir a ver un museo de la guerra civil, más por estar con los demás que porque te interese el tema; otra cosa es que acabes diciendo que te da igual hacer una cosa que otra, cuando sabes, en el fondo, que no es verdad.
Cuando pasas sistemáticamente por encima de ti mismo y de tus gustos para amoldarte a los demás, estás pretendiendo agradar. Curiosamente, el resultado de semejante interacción con las personas no será agradable ni conseguirás lo que buscas: sentirte aceptado por el grupo. Los demás notarán que te quieres hacer el simpático y el “quedabien” y marcarán cierta distancia con respecto a ti. Y tú te sentirás ansioso e incómodo contigo mismo deseando caer bien.
No te da igual una conversación que otra, ni ir a un concierto atestado de gente en vez de ir al monte. Una cosa es un momento puntual en el que accedes a un plan distinto por compartir con los demás y otra, bien distinta, dejarte en el rincón del olvido para que los demás estén a gusto contigo.
Porque, tenlo presente, por mucho que hagas por agradar a los demás: haciendo los planes que ellos quieren o estando a la mínima ofreciéndote para hacer tal o cual favor, no por eso te van a querer más.
En el fondo, cuando quieres caer bien lo que quieres es que te quieran, ni más ni menos. Y eso no se consigue por muchos esfuerzos que hagas ni por muchos malabarismos que realices cambiando tu forma de ser para que el otro esté contento. El cariño surge de manera espontánea y natural y no como resultado de un esfuerzo por conseguirlo.
Sé sociable porque quieres serlo, porque eliges serlo, con lo que conlleva de ceder en algunas ocasiones, pero no pretendas conseguir afecto, aceptación y cariño de los demás, porque estarás convirtiendo algo que no se puede forzar en un objetivo a conseguir y eso….ya está condenado de antemano al fracaso.
Caminamos…Belén Casado Mendiluce
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