Gracias, Pere
Ha caído en mis manos el libro de Francesc Escribano: “Descalzo sobre la tierra roja”, que trata sobre la vida del obispo Pere Casaldáliga. Ha sido un placer leerlo y os lo quiero recomendar vivamente.
Este obispo llegó a Brasil con cuarenta años para hacer realidad su sueño de ser misionero. La sociedad que encontró al llegar a la selva del Mato Grosso, con una dictadura militar y la opresión de los terratenientes sobre los campesinos, le hizo dar un sí definitivo a su opción por los pobres.
Os transcribo un pasaje del libro que refleja mejor su estilo de vida que mis palabras:
“Nosotros hemos dicho muchas veces que aquí o estás en un bando o en el otro. Yo digo siempre que el Evangelio es para los ricos y para los pobres. Es para todos pero está a favor de los pobres, para que salgan de su pobreza en la medida que sea posible, para que tengan coraje, esperanza, confianza, y para que incluso en la pobreza sepan vivir como hijos de Dios y como hermanos. También está a favor de los ricos, pero contra su riqueza, contra sus privilegios, contra la posibilidad que tienen de explotar, dominar y excluir. Yo puedo relacionarme con ricos, siempre que les diga las verdades y no me deje llevar. He dicho muchas veces que el misionero que una vez a la semana va a merendar a casa de un rico no puede tomar opción por los pobres, ¿comprendes lo que te quiero decir? No es que no pueda ir un día a merendar a casa de un rico, pero si voy cada semana y no pasa nada, no digo nada, no sacudo aquella casa, no sacudo aquella conciencia, ya me he vendido y ya he negado mi opción por los pobres”
Por su actitud crítica con el poder establecido, Pere ha sido amenazado varias veces de muerte. Su compromiso con los pobres es un reflejo de cómo vivir el evangelio de Jesús con autenticidad y entrega.
Sinceramente, me sobran las palabras…
Por último, un guiño que hace Pere a la psicología desde su alma de poeta:
“Consejo que doy , me doy,
lo que has de pasar mañana no quieras sufrirlo hoy,
lo que hoy no puedas hacer déjalo para mañana
y hasta quizás para ayer.”
Caminamos…Belén Casado Mendiluce