-Paciente (P): Buenos días, Belén. Desde la última vez que nos vimos me siento más tranquilo porque estoy como me sale, sin forzarme a nada. ¿Que me doy cuenta de que he vuelto a agradar a alguien sin yo quererlo? Pues no me fustigo por ello. ¿Que me siento inseguro y no sé cómo reaccionar? Pues hago lo que puedo. Sé que dentro de mí algo está cambiando pero que necesito tiempo para que esos cambios permanezcan.
-Terapeuta (T): ¿Ha cambiado algo tu relación con los demás?
-P: La verdad es que no tengo que reprochar nada a nadie porque cada uno es como es, pero me estoy empezando a distanciar de personas con las que no acabo de sentirme a gusto. Por ejemplo, estoy saliendo menos con el grupo de fin de semana y prefiero estar ahora con alguna persona de tú a tú. Ya no me apetece estar en un grupo haciendo lo que hacen los demás y me siento más relajado quedando con algún amigo a solas.
-T: ¿Sigues teniendo la sensación de estar mudando de piel?
-P: Sí, sólo que ahora me estoy dando más cuenta de todas las cosas que tomaba por normales y que, en realidad, no me satisfacían. Cuando me pasa eso, para mí ha sido muy importante la actitud de no forzarme a nada, ni siquiera a cambiar. No siempre puedo comportarme con la tranquilidad que me gustaría, por ejemplo, y entonces me ayuda bastante el no machacarme por ello.
-T: Es muy importante lo que dices. En momentos de cambio, la mejor actitud que puedes tener contigo mismo es la de dejarte estar como puedas. El ser consciente de cómo estás es lo que salva la situación, aunque no puedas hacer más de lo que haces. Estás haciendo un aprendizaje muy importante: el de convivir contigo mismo en momentos de inseguridad personal.
-P: Qué razón tienes, Belén. Antes me daba seguridad el tener siempre las cosas claras de cómo actuar, y cuando empecé a darme cuenta de que tenía situaciones que ya no me satisfacían, me rebelaba contra mí mismo por no saber qué hacer. Ahora comprendo que necesito algo diferente en mis relaciones con los demás y que voy encontrándome a mí mismo por el camino.
-T: Vas por muy buen camino. Necesitas tiempo y paciencia contigo mismo para ir encontrando la forma de actuar en la que te sientas mejor, aunque entre medias, vayas tanteando lo que mejor te va. Cuídate y nos vemos la próxima consulta.
-P: Gracias, Belén. Me están sirviendo mucho estas sesiones para encontrar una guía de por dónde ir. Ya te iré contando cómo me va. Hasta pronto.
*Este consultorio es una recreación ficticia que no responde a ningún paciente concreto.
Podéis encontrar la 1ª parte en el siguiente enlace:
https://blogs.diariovasco.com/lapsicologaencasa/2013/03/25/tengo-la-sensacion-de-mudar-de-piel/
Caminamos…Belén Casado Mendiluce