-Paciente (P): Buenos días, Belén. Me he decidido a venir al psicólogo porque ya no puedo más. Me siento deprimido y antes que ir al psiquiatra para que me recete antidepresivos, he preferido venir donde ti. Estoy sin ganas de nada, cada día me supone un esfuerzo tirar para adelante y acabo al final del día echándome en el sofá agotado.

-Terapeuta (T): ¿Cómo te gustaría estar?

-P: Me gustaría estar con más ánimo, que me levantara si no con ilusión para ir al trabajo, por lo menos, sin ese peso que siento. Me gustaría no estar todo el santo día con pensamientos negativos acerca de mí mismo, porque me comparo mucho con los demás y siempre parece que valgo menos que ellos. Me gustaría tener algo que me motivara porque ahora no lo tengo.

-T: En el fin de semana ¿qué haces?

-P: A veces, quedo con la cuadrilla de amigos a tomar unas cervezas, sin más. Me quedo en casa viendo películas o voy al monte que eso sí me relaja.

-T: ¿Cómo te sientes cuando estás en el monte?

-P: Ahí me siento más liberado, es como si la vida no fuera tan negra y pudiera respirar. Me siento más yo, más positivo. El problema es que todo cambia cuando vuelvo a casa, al día a día.

-T: Quiero que te pares un poco y me digas COMO haces para sentirte mejor en el monte. No te pregunto el por qué sino el cómo haces, con tus actitudes, a lo largo de ese día que estás en la naturaleza para sentirte a gusto contigo mismo.

-P: (Se queda un rato en silencio…) Cómo hago…me sale que estoy mucho más atento al paisaje, a la naturaleza que observo y que estoy disfrutando. También como estoy más a lo que estoy, me vienen menos pensamientos negativos. La verdad es, ahora me doy cuenta, que pienso mucho menos en el monte y estoy mucho más relajado. Me siento con más energía, más vital.

-T: Es muy importante de lo que te acabas de dar cuenta. La atención a lo que estás te ayuda a tener menos negatividad en tu mente y, en consecuencia, te sientes más descansado. De cara a la próxima semana, quiero que intentes llevar esa actitud a tu día a día, que pongas más atención a lo que estás haciendo. Evidentemente, no te va a agradar tanto como estar en el monte, pero necesitas cultivar más el estar en lo que estás y menos en la cabeza. Cuando te vengan distracciones o pensamientos negativos, que te vendrán, vuelve, una y otra vez, a llevar la atención a lo que estés haciendo. Vamos a trabajar en profundidad esa depresión que sientes, y empezaremos por cultivar la atención que tan bien saber hacer cuando vas al monte.

-P: De acuerdo. Encuentro sentido a lo que me propones. Estoy más aliviado porque siento que veo una luz al final del túnel. Gracias, Belén.

-T: Me alegro que te sientas así. Cuídate y nos vemos pronto.

*Este Consultorio es una recreación ficticia que no responde a ningún paciente concreto.

Caminamos…Belén Casado Mendiluce

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