“La convivencia en casa es un mal rollo”
-Paciente (P): Hola. Hoy he venido aquí porque me obliga mi madre porque, si es por mí no hubiera venido. (Se queda callada…)
-Terapeuta (T): ¿Y cuál es el problema que ve tu madre para que te haya mandado aquí?
-P: Pues la convivencia en casa. Que yo no acepto las normas que me pone y tenemos muchas broncas.
-T: ¿Y para ti la convivencia también es un mal rollo?
-P: Pues sí porque no me deja en paz cuando lo que yo quiero es salir con mis amigas sin volver a casa a las ridículas horas que me pone. Mi madre está tarada.
-T: ¿Cómo te sentirías a gusto en casa?
-P: Pues que pasara de mí como si no existiera y así haría lo que me diera la gana (Se reclina en el asiento desganada…) En realidad, preferiría largarme pero como no puedo…
-T: Tu actitud refleja que eres tú la que estás pasando de tu madre…Dime, ¿tú la quieres?
-P: (Se sonríe con ironía…) ¿Y eso a qué viene?
-T: Viene a que si tienes problemas en casa con tu madre es porque tampoco te llevas bien con ella y eso es lo que habría que empezar por solucionar: la relación entre ella y tú.
-P: (Se queda callada un rato…) Ya. ¿Y qué quieres que te diga?
-T: Lo que sientes por ella.
-P: (Reacciona con rabia…) ¡Pues yo que sé! ¡Está todo el rato agobiándome con lo que tengo y no tengo que hacer! y luego está mi hermana mayor que como es “doña perfecta” se pone de parte de mi madre…
-T: Te veo que sientes bastante rabia que necesitas expresar. Quiero que me empieces frases por: “Me da rabia…” y sigas con algo concreto que te moleste.
-P: (Se pone derecha en la silla…) Me da rabia que mi madre me compare con mi hermana, me da rabia que haya metido un nuevo novio en casa, me da rabia que solo me hable para decirme lo que hago mal, me da rabia que me diga que no es feliz por mí…. (Se queda callada y respira agitadamente…)
-T: ¿Cómo te sientes ahora?
-P: Mejor. Otras veces me enfado con ella y acabamos gritando pero ahora he dicho más lo que siento…
-T: Si tú quieres seguir viniendo, vamos a trabajar esa rabia que sientes y que no te deja estar bien contigo misma ni con los demás. ¿Qué te parece?
-P: Me parece bien. Pero lo que te cuento no se lo dices a mi madre ¿no?
-T: Por supuesto. Nada de lo que dices aquí sale de esta sala. Me alegro de que quieras venir por ti misma. Nos vemos la semana próxima. Hasta pronto.
-P: (Se levanta más animada y tranquila…) Agur, Belén.
*Este Consultorio es una recreación ficticia que no responde a ningún paciente concreto.
Caminamos… Belén Casado Mendiluce