>

Blogs

Belén Casado Mendiluce

La psicóloga en casa

Carta a una madre

 

Cuántas veces he pensado si estas serán las últimas navidades o el último verano para ti, porque te iba viendo cada vez más lenta y torpe en tus movimientos, con menos ganas de salir a la calle y más de quedarte en casa.

Me siento contenta porque sigo contando con tu presencia, estás aquí, a mi lado y puedo disfrutar de tu compañía. Pero tengo un sabor agridulce en mi boca, sé que me tengo que preparar para lo inevitable, esa muerte de la que tantas veces hablamos tú y yo.

Escribo esta carta no por ti sino por mí. Necesito reconciliarme con el momento de la pérdida, sentirme en paz aunque me duela tu ausencia.

Quisiera que la vida me diera el regalo de estar en esos últimos momentos cerca de ti. Ya te lo dije cuando un día espontáneamente y con alegría te cogí, te senté entre mis piernas y te abracé como si fueras mi niña querida. Te dije que quería tenerte entre mis brazos cuando dieras el paso a la Vida plena. Quería estar a tu lado para que no te sintieras sola.

Y tú me sonreíste, me diste las gracias y te quedaste en silencio mirándome porque ya no había nada más que decir. Qué hermoso fue aquel momento.

Y mientras escribo esta carta no puedo evitar llorar pero me hace bien. Tú siempre me dices que nos tenemos para siempre, que yo no te pierdo aunque te deje de ver. Tienes razón y así lo siento pero no puedo evitar que me dé pena y se me encoja el corazón.

Intuyo que no puedo estar más preparada de lo que estoy ahora para afrontar un último momento entre las dos. No puedo imaginarme cómo será pero el que podamos hablar de él entre tú y yo nos quita algo de miedo, pero sólo algo porque el miedo no se ha ido totalmente ante un paso del que nadie ha vuelto para contárnoslo.

Querida Amatxo. Cuántas veces nos hemos dicho que nos queremos y ahora me río pensando en cuando te abrazo y te estrujo y tú te quejas y me dices: “¡Ay, no me aprietes tanto…!”

Me siento en paz contigo, tú siempre perdonaste mis errores contigo y yo ya no tengo nada que perdonar. Quiero seguir teniéndote a mi lado hasta que te tengas que ir, no me aferraré a ti para que no te vayas pero déjame que te abrace amorosamente mientras te vas.

 

Caminamos…Belén Casado Mendiluce

belencasadomendiluce@gmail.com

 

Temas

Sobre el autor

Soy Licenciada en Psicología y desarrollo mi trabajo en una consulta privada. Mi vocación desde joven ha sido la psicología, y a través de ella he buscado comprender a los demás y a mí misma. Desde ese trabajo interior, intento que lo que transmito sea un reflejo de aquello en lo que creo y que me sirve a mi. Me siento siempre en búsqueda, abierta a aprender de todo aquello que me haga crecer como persona. Y creo que lo que se vive como vocación no es sólo patrimonio mío sino que puede servir a los demás.


febrero 2014
MTWTFSS
     12
3456789
10111213141516
17181920212223
2425262728