Me has pedido que trate este tema así que voy a intentar aportar algo que te ayude, querido amigo.
Vaya por delante que el aburrimiento, en ocasiones, es inevitable, a no ser que estés constantemente haciendo cosas y, ni aun así.
¿Por qué? Porque estar entretenido u ocupado no te libra de sentir: “¿Qué hago yo aquí?, ¿Qué sentido tiene lo que estoy haciendo?, ¿Para qué me ocupo en lo que no me dice nada?”, pueden ser preguntas que surjan de tus tripas sin poderlo evitar. El hacer cosas no siempre consigue tapar lo que sentimos.
Así que si te aburres y te surgen estas preguntas…bienvenidas sean. Tranquilo, no tienes que darles una respuesta que quede bien sino la que a ti te sirva, pero desde la sinceridad: “Estoy aquí porque he elegido hacer compañía a esta persona”, “Ahora me doy cuenta de que esto no es lo mío”.
Si eres consciente de que te aburres haciendo lo que haces, has avanzado un paso. Puedes seguir haciéndolo porque es lo que has elegido, como ir a visitar a un conocido al hospital, o puedes dejar lo que haces porque no te quieres forzar a seguir con algo que, en el fondo no te interesa. ¿Y ahora qué?
Si te aburres y no sabes qué hacer, PARATE. Túmbate en el sofá y dedícate unos minutos a respirar sin prisa, lentamente, como si eso fuera ahora lo más importante para ti. No hacer nada más que observar el vaivén de tu respiración en el cuerpo es un buen antídoto contra el estrés y la ansiedad.
El estar parado durante unos minutos te puede ayudar a sentir en qué te apetece ocupar el tiempo, aunque sea en ver la tele, o que realmente no quieres hacer nada más que parar, que eso también es necesario.
¿Y si te aburres en compañía? Pues dilo que compartir lo que se siente es una buena manera de estrechar lazos. Podéis hablar de si hacéis lo que os apetece a los dos o si uno de vosotros está en la actitud de agradar demasiado al otro.
Puede ser que ninguno sepa qué hacer para no aburrirse. Si es así, que no hay nada que os apetezca especialmente, estad en silencio paseando o parados contemplando la gente pasar, es un buen modo de ocupar el tiempo.
El silencio, en ocasiones, es necesario y saber estar juntos sin decir nada ni hacer nada en especial es una buena manera de saber estar el uno con el otro.
Caminamos …Belén Casado Mendiluce