Hoy quisiera compartir con vosotr@s lo que siento ante la cercana navidad.
Supongo que el sentimiento acerca de la navidad tiene que ver con las vivencias que se tuvieron de ella en la infancia, pero no me resigno a vivir de los recuerdos del pasado porque prefiero vivir en el presente.
En el presente me sigue gustando la iluminación navideña, mis ojos la miran con alegría y asombro como si fuera la niña de entonces. Siento la magia y la ilusión de la navidad, un tiempo en el que siento la alegría de vivir sin preguntarme por qué motivo.
Pensándolo bien, me siento más niña en navidad y me gusta sentirme así. En la navidad me gusta alegrarme porque sí y no porque me haya sucedido nada especial, disfruto comprando regalos a los demás porque no quiero perder la ilusión por la sorpresa y el agasajar a los demás sin que tengan que hacer especiales méritos para ello y me gusta celebrar comidas sólo por tener ganas de estar juntos, porque sí.
Los niños, en general, son felices porque sí, por el mero hecho de existir. No necesitan razones ni motivos para jugar, disfrutar y reír. Se sienten merecedores de cariño, atención y cuidados, porque un niño nunca nace con la autoestima baja ni deprimido, otra cosa es lo que sus padres puedan hacer por el camino.
Por eso, en estas fechas, saca a relucir tu niña interior, tu capacidad de alegrarte porque sí, de disfrutar con pequeñas cosas que te dejan buen poso, de sentir que el que existas es un regalo que te mereces simplemente por ser como eres sin que tengas que demostrarte constantemente en la vida diaria lo capaz y competente que eres.
Hemos venido a este mundo para ser felices, ya sé que puede resultar una frase pasada de moda. Pero en la navidad me reafirmo en que no nos hace falta ningún motivo para ser felices –teniendo las necesidades básicas cubiertas, claro- porque tal como somos, somos dignos de amor.
Eso es lo que quiero deciros a tod@s. Que disfrutéis de estas fiestas con el espíritu con que lo haría un niño. Con ilusión y con alegría, sólo por el mero hecho de existir.
¡Feliz Navidad! ¡Y a sacar más al niño interior a relucir!
Caminamos…Belén Casado Mendiluce
belencasadomendiluce@gmail.com