Voy comprendiendo más las cosas por el camino…. y haciendo una relectura personal de lo que antes no tenía sentido para mí.
A mí me educaron en la fe católica y tuve que oír con frecuencia frases como: “Hay que perdonar setenta veces siete”, “El amor no lleva cuentas del mal”, “Ama a tus enemigos”, “El amor todo lo puede”…
Ya renegué de perdonar setenta veces siete a la misma persona, porque eso significa que estás sufriendo un maltrato del que no te liberas, quizás porque conservas la vana esperanza de que esa persona vaya a cambiar.
Si una persona sigue en su inconsciencia generando dolor a su alrededor, hay que apartarse de ella porque nuestro amor no le va a sanar, no le va a convertir en otra persona distinta a la que es.
Ahora entiendo que perdonar setenta veces siete hace referencia a otro mensaje que la Iglesia ha distorsionado. En realidad, hay que perdonar las veces que haga falta para liberarse de la persona que nos ofendió, para no tenerla presente en nuestra mente, para soltarla y dejarla marchar.
El perdón es para mi propio beneficio y bienestar, no es algo que se regala a nadie. Por lo tanto, se puede perdonar aunque no me pidan perdón ni aunque ni siquiera reconozcan el daño cometido.
Y si perdonas, eso no significa que te tengas que reconciliar con la otra persona. Puede que sea una falta puntual que sí admita un reencuentro, pero si la falta es reiterada y la comunicación no sirve de nada, eso indica que eres tú mismo quien tiene que alejarse de una persona que no puede cambiar y te hace daño.
¿Qué es eso de amar a los enemigos? Una absurdez tal como nos la han enseñado. En todo caso, perdona a tus enemigos para liberarte de ellos y no acumular rabia en tu interior, eso ya es un ejercicio suficiente de amor hacia ti mismo y hacia los demás. Pero no pretendas ser amigo de quien no lo serías de manera natural.
El amor no todo lo puede, por la sencilla razón de que no todas las personas están abiertas al amor ni son capaces de recibirlo. Hay que dar amor a quien está preparado para dejarse transformar por él. A los demás, hay que dejarles en paz, que sigan su camino…y nosotros el nuestro.
Por eso, el amor sí lleva cuentas del mal. Se puede perdonar pero no se debe olvidar porque, en ese caso no aprenderías nada de lo vivido, volverías a caer en la misma piedra y seguiría sin cambiar nada en tu vida. No puedes borrar de tu memoria lo vivido como si no hubiera existido; eso es una forma de anularte como persona.
Así que perdona todas las veces que haga falta, sí, pero actúa en consecuencia para no ponerte a tiro de la inconsciencia de los demás.
Caminamos…Belén Casado Mendiluce
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