Hincar el diente al tema | La psicóloga en casa >

Blogs

Belén Casado Mendiluce

La psicóloga en casa

Hincar el diente al tema

 

Hay momentos en la vida que hay que “morder” una situación, dejar de ser políticamente correcto y pasar a la acción para hacer valer lo que sentimos.

A mí no me gustan los conflictos, como a la mayoría de personas, pero tampoco me gusta que me tomen por “el pito del sereno”, así que si siento que me atacan considero que tengo derecho a atacar también, desembarazada estoy de la máxima religiosa “devuelve bien por mal”.

A veces, pretendemos quejarnos del maltrato con buenas maneras, intentando que el otro comprenda lo errado de su actitud, pero no hay manera, porque encima puede que te acusen de ir de víctima; así que la directa es pasar al ataque de manera directa, firme y sin contemplaciones.

Y me siento fenomenal, ¡vaya que sí!, cuando me oigo quejarme de una situación injusta, cuando me enfado sin sentirme culpable por ello, cuando no recojo de manera empática los reproches ajenos, cuando no me guardo mi malestar en silencio y decido pasar al contraataque.

“Dos no discuten si uno no quiere”, se dice, pero yo prefiero alzar mi voz contra la injusticia, prefiero sacar mi energía al exterior en vez de convertir mi mente y mi cuerpo callado en terreno propicio para la somatización de cualquier enfermedad.

“No hay ofensa si no te das por ofendido”. ¿Quién dijo que había que mantener una actitud tan estoica ante la adversidad que parece que estás por encima de ella? Si te sientes a gusto así, bienvenido sea, pero yo prefiero hacer caso a lo que siento y ponerle palabras para ser el mejor adalid de mi propia persona.

Hay que “morder” determinadas situaciones, hincarles el diente y no parapetarse tras una actitud temerosa, inmovilista y tan respetuosa con el otro que acabas por faltarte al respeto a ti mismo. La máxima responsabilidad que tienes es la de coger en tus manos tu propia vida, no la de los demás.

Y no me importa que en el momento te quedes sin capacidad de respuesta frente a la agresión, dilo al cabo de los días cuando te salga y conectes con tu rabia interior. Prefiero lo dicho a destiempo que lo callado por siempre.

Y ya sabes, no te sientas culpable por sacar la  rabia. La educación moralista, basada en la culpa, que hemos recibido nos ha convertido en dóciles corderos para así tener controlada nuestra conciencia, no sea que vayamos a ser unos protagonistas demasiado conscientes de nuestra propia vida y la vivamos en libertad e independencia.

De lo que siempre me quedó claro es que por “ser buena” y complaciente, los demás no me van a querer más, todo lo contrario, te acaban tomando sin suficiente consideración porque, sencillamente,…tú mismo no te tienes en cuenta lo suficiente, y eso se nota.

 

Caminamos…Belén Casado Mendiluce

belencasadomendiluce@gmail.com

www.psicologiapersonalizante.com

 

Temas

Sobre el autor

Soy Licenciada en Psicología y desarrollo mi trabajo en una consulta privada. Mi vocación desde joven ha sido la psicología, y a través de ella he buscado comprender a los demás y a mí misma. Desde ese trabajo interior, intento que lo que transmito sea un reflejo de aquello en lo que creo y que me sirve a mi. Me siento siempre en búsqueda, abierta a aprender de todo aquello que me haga crecer como persona. Y creo que lo que se vive como vocación no es sólo patrimonio mío sino que puede servir a los demás.


noviembre 2015
MTWTFSS
      1
2345678
9101112131415
16171819202122
23242526272829
30