En la vida se presentan múltiples situaciones que resultan difíciles de asimilar. Si eres paciente contigo mismo y dejas reposar en silencio lo que sientes, encontrarás en tu interior respuestas al malestar.
Muchas personas, cuando se sienten agobiadas por un problema, tienden a compartirlo en seguida con alguien de su confianza, con la esperanza de que esa persona les ayude a salir del atolladero. Pero, aparte del riesgo de sobrecargar a la otra persona con nuestras preocupaciones, no confiamos en nuestra propia capacidad para encontrar respuestas a lo que nos preocupa, con lo que nos convertimos en personas dependientes de los demás y con baja autoestima.
Es probable que te sientas tan abrumado por el peso del problema que no puedas evitar correr a desahogarte con la persona más cercana, sintiéndote como si tú sólo no pudieras con los conflictos de la vida. Pero, la verdad es que no te conoces lo suficiente como para saber todos los recursos que tienes en tu interior.
Cuando algo te agobie, empieza por crear un espacio dentro de ti para que repose el problema. Estate en silencio, no vayas enseguida a hablar y repetir tu desahogo con varias personas. Sí, ya sé que estar a solas con uno mismo con lo que te duele no es agradable, pero es un paso necesario el que seas tú el que se acoja a sí mismo con tu malestar.
Necesitas ser tú mismo la persona más cercana a ti, porque tú sabes lo que te preocupa y conoces los recovecos de lo que sientes. Esta es la manera en que puedes ser un apoyo para ti y puedes tenderte una mano amiga cuando más lo necesitas. Pero necesitas tener un tiempo de silencio, a solas contigo mismo, para que vayan surgiendo las respuestas en tu interior.
No te preocupes, las respuestas van surgiendo para hacer frente a lo que te preocupa. Y estas respuestas son los recursos que tienes en tu interior para estar bien, recursos que ni siquiera sabías que existían. Pero tienes que crear ese espacio de silencio dentro de ti para que lo curativo y sanador que tienes pueda surgir.
Es muy grande la satisfacción que se siente cuando es uno quien se demuestra que se quiere a sí mismo. Y entonces, observarás con sorpresa que se va haciendo la luz allá donde antes sólo veías sombras y que vas encontrando respuestas concretas a lo que te agobiaba. Sólo tienes que parar y estar contigo a solas escuchando tu interior.
Caminamos…Belén Casado Mendiluce
belencasadomendiluce@gmail.com