No tomes por normal aguantar lo que te duele. Exprésate y di que no quieres que te hablen así, que no quieres que te falten al respeto.
Da un margen para que el otro te entienda y rectifique. Y si no ocurre ni lo uno ni lo otro, pasa a la acción.
Actúa
Dependiendo del grado de cercanía que tengas con esa persona, háblale lo imprescindible o dile que, como estás muy disgustado con ella, vas a estar “a tu aire”.
Tómate un tiempo para dejarte sentir y sacar tu rabia y dolor.
A solas
Si necesitas hablar en voz alta, hazlo donde nadie te oiga.
Escúchate, oye tu voz, que para ti es importante.
Que no te digan que eres una exagerada, que das demasiada importancia al tema, porque para ti la tiene. Y no hacer caso a lo que sientes es una manera de no tenerte en cuenta. La otra, es dejar pasar el tiempo.
Porque el tiempo, por sí sólo no cura nada.
Y si quitas importancia a lo que sientes, tu sentimiento volverá a salir una y otra vez para que le hagas caso.
Llamándote a la puerta,
tu sentimiento te dice: Aquí estoy y tengo algo que decirte.
Algo sobre ti y sobre tu vida
Para que aprendas a valorarte y a quererte, de verdad.
No tienes que tomar por normal lo que te agrede. Ni dar a entender al otro que te puedes acostumbrar a que te traten así.
Primero está tu vida y tu valor como persona
Tu respeto a ti mismo
Caminamos…Belén Casado Mendiluce
belencasadomendiluce@gmail.com
www.psicologiapersonalizante.com