Ante los problemas que duran en el tiempo
te invade el desazón y el desaliento,
y te cuesta encontrar una luz en medio de la oscuridad.
En un momento de calma,
toma conciencia de que tu existencia tiene sentido,
que todo el camino que has recorrido en la vida no ha sido inútil,
que has dejado tu impronta en personas cercanas a ti,
que tú también has sido luz en el camino de otros.
Viniste a la vida a vivirla,
a sentirla en todo tu ser, aunque duela,
pero no tiene sentido desear una muerte
para la que tú no fuiste concebida.
Tu vida no es un camino hacia la muerte.
La muerte es una transformación
cuando el cuerpo llega a su límite,
pero tu vida tiene el sentido de ser ya
transformación para ti y para la vida de los demás.
Todas las experiencias por las que pasaste
han forjado la persona que eres hoy,
y no puedes renunciar a tu propia historia
para darla por concluída.
No se trata de darte razones para vivir,
convenciéndote de todo lo que tienes (pareja, trabajo…),
sino de elegir que quieres vivir
porque quieres conscientemente tomar tu vida entre tus manos.
Tu vida es el presente,
y aunque sea conflictivo o duro de llevar,
tienes fuerzas para vivir lo que hay
sin perderte en cómo te gustaría que fueran las cosas.
No pienses en todo lo que cambiarías en tu vida,
en todo lo que no puede ser aunque quisieras.
Céntrate en estar abierta para cuando alguien lo necesite,
mientras tú vives el presente que hay,
lo único que es real.
Puedes quejarte, llorar si lo necesitas,
porque es humano sentirse vulnerable,
pero no eres débil por ello,
sino fuerte porque reconoces tus sentimientos.
Tu vida tiene sentido,
el sentido de vivir con presencia,
tu presencia consciente y real..
Caminamos…Belén Casado Mendiluce
belencasadomendiluce@gmail.com
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