Quiero dejar de sufrir por las inconsciencias de los demás. No puedo evitar que me duelan, pero sí puedo evitar tener un sufrimiento permanente en mí.
Ya no quiero ser políticamente correcta, por miedo a que el otro se ofenda, sino expresar mi malestar.
Al pan pan y al vino vino.
Quiero dejar de esperar a que el otro cambie para sentirme bien conmigo misma.
No puedo poner en manos de los demás mi propio bienestar personal.
Yo cuido de mí misma, y de los demás, si se dejan ayudar.
Quiero vivir la vida sin acarrear mochilas a mi espalda que no me corresponden sino que pertenecen a la vida de los otros.
Quiero sentir que las cosas me duelen, pero no quiero sentir como mío el peso de los demás.
Yo soy yo y tú eres tú.
Te tengo en mente, no me olvido de ti pero no quiero estar sufriendo por la vida que llevas como si me fuera la vida en ello.
El sufrimiento me anula como persona, me aliena de mí misma y me hace vivir sin vivir en mí.
Y no quiero sufrir porque esta vida no es un valle de lágrimas.
Esta vida es para desarrollar la consciencia que somos, y yo no puedo hacerlo mientras estoy sufriendo.
Las cosas me importan, no soy indiferente a ellas, pero dejo que cada uno asuma su responsabilidad por su propia vida.
Así que quiero vivir quitándome culpas que no son mías, aunque acaso la palabra culpa ni siquiera me gusta.
Yo respeto tu vida y me respeto a mí misma
En paz.
Caminamos…Belén Casado Mendiluce
belencasadomendiluce@gmail.com
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