Tu mente la forman tus actitudes hacia ti mismo y hacia los demás.
Preocúpate de ti mismo como quien cuida un jardín,
que riega las plantas y quita las malas hierbas.
Cuidar de ti mismo es lo mejor que puedes ofrecer a los demás.
No es ser egoísta.
Egoísta es quien atribuye la responsabilidad de sus acciones y sentimientos a los demás,
quien no se responsabiliza de sí mismo, ese es un egoísta.
Tú buscas estar contigo mismo lo mejor posible
para ofrecer ese bienestar a los demás,
que ya sabemos que nadie da lo que no tiene.
Cuidar tu mente es cuidar todo tu ser.
Dar importancia a tus imágenes y pensamientos
para que no contaminen tu mente.
No siempre podrás pensar en positivo
pero podrás no enredarte en la negatividad, dejándola pasar.
Acoge tu ser, como quien da un abrazo cariñoso
a todo lo que eres, te guste más o menos.
No rechaces ni luches contra nada tuyo,
porque eso sólo añade tensión hacia ti mismo.
Acoge con cariño lo que no te guste de ti
y llévalo contigo de la mano a la calle,
siendo consciente de lo que sientes por el camino.
Perdónate y compréndete
porque no se puede caminar con un peso a la espalda,
hecho de culpas y resentimientos.
Tienes que hacer un viaje ligero de equipaje.
Tu mente es tu consciencia.
Desarróllala y cuida de ella.
Caminamos…Belén Casado Mendiluce
belencasadomendiluce@gmail.com