No es agradable sentirse débil o vulnerable, pero en medio de ello podemos encontrar la energía para superarlo.
Puedes estar pasando por un momento delicado: una separación de pareja, la pérdida de alguien querido o un conflicto familiar. Y vivir eso supone un desgaste a todos los niveles: físico y emocional.
En medio de la vorágine de lo que estás viviendo, puedes tener una actitud que te ayude a vivirlo de la mejor manera y a salir de ello con el menor daño posible. Veamos de qué forma.
No te resistas a lo que te toca vivir. No te rebeles contra lo que se presenta en el día a día, pretendiendo luchar contra ello para quitártelo de encima. Utiliza todos los recursos a tu alcance para hacer frente a la situación pero no pretendas no vivir lo que está en el presente, como si miraras para otro lado o pretendieras cambiar a base de lucha lo que es inevitablemente real.
Fluye con lo que es.. Aprende a vivir lo que se presente sin más pretensión que ser consciente de cómo te sientes y de la respuesta que das. Tienes derecho a quejarte o a llorar si tienes ganas, pero con la actitud de estar presente con tu realidad, sea la que sea. Estar en el presente te salva.
Cultiva espacios de tranquilidad. Reserva espacios donde poder sentirte tranquilo, ya sea dando un paseo por la playa, sumergiéndote en una bañera de agua caliente o practicando la meditación. Necesitas espacios donde encontrarte contigo mismo y desarrollar tu consciencia. Tu cuerpo y tu mente te lo agradecerán.
Te sentirás débil pero en medio de la fragilidad descubrirás una fuerza interior que te empuja hacia adelante, ayudándote a sobrellevar la situación con consciencia y dignidad.
La dureza de lo que vives sigue estando presente pero, al no luchar contra ello ni mirar hacia otro lado, al no resistirte a lo que es, podrás estar en el presente y vivirlo de la forma más consciente posible, haciendo luz en tu camino.
En medio de la debilidad está la fortaleza. Una fuerza que está dentro de ti, que casi ni tú mismo conocías pero que te hace ser más tú mismo de lo que pensabas. Tu fuerza te constituye y te hace ser.
Caminamos…Belén Casado Mendiluce
belencasadomendiluce@gmail.com