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Belén Casado Mendiluce

La psicóloga en casa

Cuando la ansiedad es hambre de afecto

 

En ocasiones, la ansiedad que sentimos es fruto de una carencia emocional que viene de la infancia. Reconocerla es el primer paso para sanarla.

Puedes experimentar ansiedad al sentirte solo, tener impulsos de comprar reiterados o refugiarte en la adicción a la comida o a la bebida. Entonces, tienes que llevar tu capacidad de darte cuenta a lo que te ocurre.

Date cuenta de que sientes ansiedad al actuar como lo haces. Pregúntate: ¿qué necesito ahora?, ¿qué busco con mi conducta? Quizás te salgan respuestas que salen de tu interior: busco que me quieran, sentirme alegre en medio de mi tristeza, darme una alegría en medio de tantos problemas…

Recuerda situaciones en la infancia o adolescencia en las que te sentiste solo, abandonado, no tenido en cuenta. Rememora los detalles de las situaciones vividas para tenerlas lo más claras posibles.

¿Qué tu madre no te dio afecto? Siéntate con una silla vacía enfrente y dile en voz alta todo lo que sientes, ya sea enfadándote o diciéndole improperios. Te puedes permitir expresarte como te salga, sin medirte en tus expresiones. La expresión  produce liberación de los sentimientos reprimidos y una mayor sensación de tranquilidad.

La ansiedad que sientes tiene que ver con la carencia afectiva de la infancia y siendo más consciente de ésta puedes poner los medios para sanar la ansiedad.

No se trata de negar lo que viviste, de mirar para otro lado o de dejar pasar el tiempo sin hacerle caso. Estas son maneras de no tener en cuenta lo que sentiste y de no tenerte en cuenta a ti mismo.

Lo que te duele no es agradable de sentir, pero lo es menos tenerlo reprimido o tapado en tu interior. No por no tocar y no hablar de lo que duele, este deja de existir. Está encerrado en una caja con cerrojo, pero pugna por salir y acaba afectándote en tu día a día.

La  ansiedad es un síntoma de algo que requiere tu atención. Hazle caso para poder liberarte de ello y vivir tu vida con tranquilidad.

 

Caminamos…Belén Casado Mendiluce

belencasadomendiluce@gmail.com

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Sobre el autor

Soy Licenciada en Psicología y desarrollo mi trabajo en una consulta privada. Mi vocación desde joven ha sido la psicología, y a través de ella he buscado comprender a los demás y a mí misma. Desde ese trabajo interior, intento que lo que transmito sea un reflejo de aquello en lo que creo y que me sirve a mi. Me siento siempre en búsqueda, abierta a aprender de todo aquello que me haga crecer como persona. Y creo que lo que se vive como vocación no es sólo patrimonio mío sino que puede servir a los demás.


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