Frente a nuestra tendencia a escaparnos del momento presente, ofrezcamos la actitud de no resistirnos a lo que hay.

En muchos momentos, preferimos no experimentar lo que nos incomoda,  distraernos con otras cosas. Es nuestra manera de huir del presente, una huida que sólo nos aporta la negación de la realidad.

A mí, por mi trayectoria personal, me dan miedo las pruebas médicas y paso tiempo nerviosa ante la perspectiva de someterme a una prueba. Dejando calar en mí la actitud de vivenciar el momento presente, me doy cuenta de que puedo seguir sintiendo miedo, no puedo evitar el miedo en el cuerpo, pero me dejo fluir con lo que hay, como si, de alguna manera, dejara de resistirme a lo que se me presenta.

No quiero someterme a una prueba médica, no lo elijo para mí. En ese sentido, no voy relajada a dicha prueba, pero me doy permiso para sentir el miedo que me coge las tripas, no pretendo hacerme la fuerte, como si tuviera que dar la imagen de una persona entera.

Y si me dejo fluir con lo que me toca, me rebelo menos internamente, como si decidiera estar presente y no salir corriendo de allí. No resistirme es sentir lo que me surja pero sin la tensión interior de querer cambiar las cosas, como la prueba médica. Acepto lo que hay aunque no lo haya elegido.

Tenemos muchas conductas de escape en nuestra vida. Podemos escaparnos teniendo adicción a las compras, a la comida o a la bebida, a hacer viajes, o a las tecnologías. El escape es una manera de no vivir el momento presente y, en muchos casos, es un reflejo de nuestra hambre de afecto.

Vivir el presente puede ser también darnos cuenta de que no puedo hacer en este momento más de lo que hago, constatar con humildad que no puedo poner límites, por ejemplo, pero hacerlo conscientemente.

Si no te resistes a lo que hay, tu actitud interna será de más liberación. Esto no significa que actúes como si eligieras lo que te toca, sino como si decidieras conscientemente estar ahí, dando paso a actuar como decidas.

No reprimo los sentimientos que me surjan, pero me doy paz a mí misma estando presente en donde estoy.

Caminamos…Belén Casado Mendiluce

belencasadomendiluce@gmail.com