“No me enseñaron a amarme a mí mismo porque tampoco mis padres lo supieron hacer consigo mismos. No les culpo, pero quiero curar mi herida.

Para darme lo que necesito primero tengo que saber qué necesito. Por eso, tengo que buscar un momento para parar porque no puedo darme cuenta de nada si estoy de la ceca a la meca.

Si paro, llevo la atención a mis sentimientos, a las sensaciones sentidas en mi cuerpo, donde puedo escuchar cómo me siento. Siempre es más fiable dejarme sentir que pensar, ir a mi cuerpo que a mi cabeza.

Si me ha sentado mal algo que me han dicho, escuchando lo que siento, me sale expresarlo con la persona directa o, si eso no es posible, darme cuenta de que no puedo tener tanta confianza con ella. Poner un límite es una forma de darme amor y cuidado.

A veces, tengo que dejar reposar lo sentido para que se vaya haciendo una imagen más nítida dentro de mí de lo que necesito. Reposar es dar un tiempo de silencio y tranquilidad para dejar sentir lo vivido. Sólo así puedo reafirmarme en mí mismo sabiendo lo que siento.

Quisiera no ser un juez para mí mismo, ser comprensivo con mis equivocaciones y no decirme en todo momento lo que está bien o mal. La culpa sólo sirve para paralizarme y hacerme sentir mal, no para construir. No tengo que llegar a ninguna meta de perfección, sino ser consciente del camino.

¿Qué hago con lo que me duele o no me gusta de mí mismo? Acoger es lo que necesito. Acoger es dar un abrazo cariñoso a lo que me desagrada de mí, sabiendo que tengo derecho a sentir que eso no me gusta, pero soy como la madre cariñosa que coge a su hijo enrabietado en brazos y se lo lleva a casa

También necesito perdonarme mis errores…aunque el otro no me perdone. Quiero sentirme en paz, no para ser autocomplaciente y tranquilizar mi conciencia sino para reconciliarme conmigo mismo.

Quiero quererme incondicionalmente porque soy la persona de la que no me puedo olvidar ni dejar de hacer caso, que siempre voy a tener presente a mi lado. Me quiero querer sin condiciones porque no tengo que demostrarme nada  sino acompañarme consciente y amorosamente en el camino.”

Caminamos…Belén Casado Mendiluce

belencasadomendiluce@gmail.com

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