Hoy puede ser un día especial para ti. Puedes descubrir que te emocionas con ese gorrión que se acerca a tu balcón y al que tú vas corriendo a dejarle unas migas de pan. Puedes encontrarte sonriendo respondiendo a esa sonrisa que un desconocido te ha dejado al pasar. Y sentirte agradecida por todo ello.

Hoy puede ser una oportunidad para ti. Que puede surgir, sin pensarlo, esa conversación con tu hija que estabas deseando y que te deja buen sabor de boca. Que te notas vibrar cuando pones el alma en lo que haces y disfrutas con ello sin notar el paso del tiempo.

Que tus deseos de éxito y de reconocimiento pueden pasar a un segundo plano y contentarte con el sencillo placer de las cosas cotidianas bien hechas. Que todos tus proyectos y planes de futuro se remansan en el lago de tu tranquilidad donde sólo importa el día de hoy.

Que tus amigos ideales o tu pareja ideal dejan paso a tomar a borbotones lo bueno que se te presenta ahora: un abrazo, un paseo de la mano, una conversación desde el alma, un compartir el silencio de la naturaleza.

Puedes sorprenderte de ti mismo queriendo ayudar a los demás cuando parecías desencantado de todo. Puedes descubrir que te hacen falta pocas cosas para sonreir y que tu risa vale más que todos los discursos.

Apura tu vida hasta el último sorbo de lo que puedas en cada instante. Sin culpa, sin juicio, con la comprensión de quien se rodea a sí mismo en un abrazo, cariñosamente. Hoy puedes amarte un poco más.

Estás hecho para ser feliz y este día está todo dispuesto para que tomes LA VIDA en tus manos, en tu corazón y sientas con todo tu ser. Todo lo que se te presente se te ofrece para ti, está aquí para que aprendas de ello, incluso a dejarlo marchar. Casi nada ocurre por azar.

Y cuando sientas que te falta el aire para respirar, que te abruman los problemas o no tienes fuerzas para continuar, déjate derramar tus lágrimas o tu desconsuelo sin medirte en ello, y mira si en el fondo de tu corazón sientes una pequeña mano en la que apoyarte: siempre ha estado ahí esperándote.

Y camina, sigue caminando a tu ritmo que son hermosos los pasos que das. Eres única y diferente y en tus huellas no entra nadie más que tú. Y otros, a tu lado, pueden sentirse acompañados en su propio caminar. Ten presente que no estás sola.

Deja sentir al cuerpo todo lo que quiera porque permanecerá en ti más que todos los pensamientos y las palabras juntos; recuerda, a éstas se las lleva el viento. Hoy puede ser un gran día… para dejarte sentir.

Caminamos…Belén Casado Mendiluze

*recomiendo la canción de Joan Manuel Serrat del mismo título