-Paciente (P): Hola, Belén. Buenos días. Desde la última vez que nos vimos, cuando me veo con muchos pensamientos negativos hago dos cosas que me comentaste. O bien, me pongo a hacer algo físico o manual, como hacer deporte o ponerme a ordenar, o si no puedo en ese momento hacer algo físico, cambio a una tarea que me exija más concentración como escribir un correo o leer un libro. Eso me ha ayudado a sentirme más relajada y estar menos pendiente de todos los pensamientos que me pasan por la cabeza.
-Terapeuta (P): ¿Cómo te va con el elegir una frase para decírtela en silencio?
-P: Elegí la frase: “Yo soy paz”, porque es una frase que me dice mucho, pero creo que no te entendí muy bien cómo lo tenía que hacer.
-T: Imagínate que estás dando un paseo por la ciudad y te vienen pensamientos negativos. Intenta observar tus pensamientos sin meterte en ninguno de ellos dándoles vueltas, simplemente, ten la actitud del espectador que mira como vienen y cómo se van. Además, de vez en cuando, repites en silencio al ritmo de tu respiración la frase que has elegido. Si tu frase es: “Yo soy paz”, dices: ”Yo soy” al inspirar y ”Paz” al dejar salir el aire. Repítela lo más atentamente que puedas sin analizarla ni pensar sobre ella, pero dila creyendo en ella, con sinceridad.
-P: Ahora he entendido mucho mejor cómo hacerlo.
-T: Puede que yo tampoco me explicara con suficiente claridad. Intenta, también, acompañar la frase con un ritmo de respiración tranquila, lo más lento que puedas pero sin forzarte. Quizás, al principio, te ayudaría el sentarte en un banco del paseo y practicar allí el ejercicio.
-P: ¿Y si resulta que me voy a dar un paseo cuando acabo de tener una discusión con mi pareja, por ejemplo, y me repito: “Yo soy paz” cuando, en realidad, estoy alterada?
-T: La frase que has elegido significa que tú valoras el sentirte en paz y que te sientes más identificada siendo una persona pacífica que alterada. Eso es lo importante aunque, en este momento, no puedas conseguir estar en paz.
-P: ¡Qué peso me has quitado de encima! Yo pensaba que no podía decirme una frase si estaba, en ese momento, alterada. Pero ahora veo que, aunque esté nerviosa, en el fondo, sigo creyendo en lo mismo, en que valoro el sentirme en paz aunque ahora no pueda estarlo.
-T: Practica la frase a lo largo del día, lo más sincera y atentamente que puedas y repítela al ritmo tranquilo de tu respiración. Y frente a los pensamientos y distracciones que te vengan a la cabeza si, simplemente, los observas, te darás cuenta que como vienen…se van. Seguro que, poco a poco, te irás sintiendo mejor.
-P: Gracias, Belén. Me ha servido mucho esta consulta para aclararme. Ya te iré contando cómo me va. Hasta pronto.
-T: Me alegro haberte sido de ayuda. No vemos la próxima semana. Cuídate.
*Este Consultorio es una recreación ficticia que no responde a ningún paciente concreto.
Podéis encontrar la 1ª parte en el siguiente enlace:
http://www.lapsicologaencasa.com/2012_07_01_archive.html
Caminamos…Belén Casado Mendiluce