-Paciente (P): Hola Belén. Después de la última vez que estuve aquí tuvimos una conversación mi hijo y yo. Me sentó bien hablar con él porque me comentó que estaba pasando por un momento de cambios y que se encontraba nervioso. Yo también le dije que no me gustaba estar detrás de él para que colaborara en casa, y entendió cómo me sentía.
-Terapeuta (T): ¿Cómo va la convivencia en casa?
-P: En lo que mejor me siento es en que he dejado de repetirle las cosas mil veces. Si no friega por la noche como sabe que tiene que hacer, al día siguiente le quito el ordenador. Y si me insiste, no hago caso a sus explicaciones para convencerme. En lo que me cuesta todavía es en que deje el ordenador a las 10 y media de la noche, aunque se vaya a su habitación a leer.
-T: En ese caso, quita el ordenador antes de la cena para que así no tenga la tentación de seguir en él después de cenar. ¿Pone y recoge la mesa como le pides?
-P: Pone a medias la mesa y casi nunca la recoge, aunque no tiene clases por la tarde. No sé qué hacer en ese caso porque si ya le he quitado el ordenador por no haber fregado la noche anterior, tendría que añadirle alguna consecuencia más.
-T: Sería buena idea que no le dieras el ordenador hasta después de comer, de esa manera te asegurarías de que pusiera bien la mesa y la recogiera. Y si ya le has quitado el ordenador durante todo el día, habría que ponerle alguna consecuencia que le molestara. ¿Conociéndole, qué se te ocurre?
-P: (Se queda un rato en silencio…) Le puedo quitar el IPOD y no dejarle que encienda la TV hasta que no haya recogido la mesa. Me parece buena idea el no darle, habitualmente, el ordenador y la TV hasta después de comer, y también el quitárselo antes de cenar, así me evito tener que pelear con él para que se vaya a dormir a una hora.
-T: Te noto más tranquila que la última vez que nos vimos.
-P: Sí, es verdad. Estoy más convencida de las decisiones que voy tomando y eso me ayuda a no dejarme convencer por mi hijo para que cambie de idea. Ya no me agoto repitiéndole las cosas y eso me ha quitado un gran peso de encima. Gracias, Belén, porque me has ayudado a tener las ideas más claras.
-T: Me alegro que sea así. Todavía necesitas mantenerte firme en las normas que tiene que cumplir tu hijo e iremos viendo cómo va la convivencia. Animo y hasta la próxima.
*Este Consultorio es una recreación ficticia que no responde a ningún paciente concreto.
Podéis encontrar la 1ª parte en el siguiente enlace:
Caminamos…Belén Casado Mendiluce
belencasadomendiluce@gmail.com