Me alegro estar aquí de nuevo, entre vosotros. No he estado de vacaciones ni me he tomado unos meses sabáticos, simplemente, he estado de baja por enfermedad. ¿Qué me ha pasado, te preguntarás, para estar 4 meses fuera de circulación? Una hipotensión de LCR (líquido cefalorraquídeo) me provocaba mareos y dolores de cabeza diarios, así que no tuve más remedio que parar cuando tuve que ingresar en el hospital.
Han sido meses duros, que no precisamente me los he tomado para disfrutar del parón. A la vuelta del hospital, en casa, contaba los días para reincorporarme al trabajo, con ilusión y esperanza de ponerme bien y empezar a hacer vida normal, ¡qué más quería yo!…pero las cosas no salen como uno espera.
Pasaban las semanas y no mejoraba como necesitaba ya que tenía que pasarme mucho tiempo tumbada por el dolor de cabeza, y los médicos no me ofrecían ninguna solución.” Ya hemos hecho el tratamiento pertinente y ahora es usted quien tiene que hacer un esfuerzo por salir adelante”. “¿Pero qué esfuerzo voy a hacer yo para que no me duela la cabeza?”, me quejé. “Todos tenemos malestares”, me dijo el neurólogo, “así que -dándome una palmada en la espalda que parecía que me quería quitar de en medio-… ¡a disfrutar de la vida! “, me despidió de la consulta.
Estupefacta ante la respuesta, tuve claro que tenía que buscar un tratamiento alternativo, algo que me ayudara a recuperar la salud perdida porque, sinceramente, no tengo vocación de mártir. Descartando las vías que en otro momento había probado pero que habían resultado infructuosas –quiropráctico, osteópata, homeópata,…- me aconsejaron la vía de la medicina china, ahí que fui a probar sin querer agarrarme a un clavo ardiendo pero con fuerzas para intentar buscar una salida.
He empezado a ver la luz- gracias Jon Ken por ponerte en mi camino- a través del bio-magnetismo, un tratamiento que me ha ayudado a sentirme mejor, con fuerzas para afrontar el día a día…y volver a trabajar.
Hay quien me dijo que, tras esta enfermedad, mis escritos en el blog se verían enriquecidos por mis vivencias. Supongo que seréis vosotros, los lectores, quienes tenéis que opinar sobre eso, pero como yo nunca salgo indemne de nada, si algo ha cambiado en mi interior, … lo notaréis en seguida.
Quedan contestados los comentarios pendientes del último post: “Me cansé de sufrir”, y espero seguir contando con vuestra presencia… ¡aunque sea de manera virtual! Un cálido abrazo a todos.
¡Seguimos caminando!…Belén Casado Mendiluce
belencasadomendiluce@gmail.com