No es que me guste mucho la televisión pero una de las cosas que me agradan son las entrevistas, saber experiencias y vivencias del personaje en cuestión.
Pero estoy llegando a la conclusión de que los entrevistados ya no tienen interés para mí. Todas son personas que han alcanzado el éxito económico y social, son un reflejo de los valores de esta sociedad.
¿Es un valor ganar mucho dinero? ¿Es un valor ser reconocido y envidiado por los demás? En esta sociedad, sí. Pero no quiero entrar en ese juego.
No me interesa acumular dinero con el que mantener un nivel de vida de lujo y riqueza, fuera de la realidad. No me interesa ser reconocido por la calle y perder mi anonimato. No me interesa que se me tome por modelo a seguir de nada, porque no quiero tener que estar cumpliendo las expectativas de nadie.No me interesa que se me valore por los logros conseguidos y no por lo que soy como persona. No me interesa tener que estar siempre demostrando lo competente, inteligente o agradable que soy.
Me da nauseas todo esto. Aspiro a tener lo necesario para vivir, cubriendo mis necesidades básicas sin querer acumular innecesariamente, y sigo aprendiendo. Aspiro a vivir mi vida lo más conscientemente posible porque la mayor responsabilidad la tengo con mi propia vida. Hago mi trabajo lo mejor que sé sin querer ser alguien que esté en boca de todos. No quiero estar tan pendiente de la imagen que doy para acabar perdiéndome a mí mismo.
Porque la fama, el éxito tiene su precio, un precio monstruoso que, de ninguna manera, estoy dispuesto a pagar. Y ese éxito no es un valor para mí.
Me gustaría que entrevistaran a personas que se salen de los esquemas de esta sociedad. Personas que siendo millonarias, lo han dejado todo para irse a vivir a un monasterio. Personas que han optado por vivir en vocación de servicio a los demás y son felices así. Personas que viven contracorriente, al margen del sistema, pero que pueden enriquecer enormemente a los demás. Personas que buscan tener menos y ser más, por lo menos ser ellos mismos.
Así que el éxito no es un valor para mí. Acaso el no-éxito implica un camino de desapego que me resulta mucho más interesante y humanizador. Un camino donde nos preocupamos por desarrollar la conciencia que somos y contribuir así a crear un mundo más justo.
Empecemos ya, cultivando el darnos cuenta de nosotros mismos en lo que podamos, de esta manera vamos creando un influjo beneficioso a nuestro alrededor, el influjo de vivir desde el ser consciente.
Caminamos…Belén Casado Mendiluce
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