Si quieres saber si estás embarcada en una relación dependiente y destructiva, presta atención a los siguientes indicadores. Me voy a circunscribir a la relación de pareja tóxica de la cual resulta más difícil poner distancia.
-Tu autoestima está por los suelos
No te sientes valorada por la otra persona. Esta te hace frecuentes críticas de tu forma de ser, te reprocha lo que haces y lo que dices y no parece que puedas hacer nada por contentar al otro aunque te esfuerces, erróneamente, por cambiar.
Pero, cuidado, tu pareja puede que te diga que eres la mujer de su vida y tiene detalles positivos hacia ti que te hacen dudar de si percibes correctamente las cosas. Simplemente, te da “una de cal y otra de arena”, ya que sabe darte la dosis justa de afecto y atención para tenerte contenta. Pero te estás conformando con migajas, tenlo presente.
-La relación es una fuente constante de tensión o indiferencia
Hay frecuentes discusiones y conflictos. Tú te engañas diciéndote que os decís todo lo que pensáis con libertad, cuando la libertad comienza por tener una relación relajada en la que cada uno pueda mostrarse como es sin miedo a que la otra persona se moleste.
Una relación no siempre es un camino de rosas, pero no puede ser que te acostumbres a convivir con alguien como quien comparte piso o creas que discutir es lo normal entre dos personas que se quieren. Craso error. Lo normal es crecer juntos para que vuestra relación sea una fuente de bienestar, no de amargura.
-Te resulta difícil dejar la relación
Muchas veces te pasan pensamientos por la cabeza de separarte, pero luego te convences de que estás con el mejor de los hombres posibles. Sientes miedo ante la perspectiva de rehacer tu vida sola y te da pánico la reacción que pueda tener tu pareja al respecto.
El problema es que tienes MIEDO en la relación, aunque te cueste reconocerlo. El miedo es el que no te quita la palabra, porque puede que te quejes de cómo te trata tu pareja, pero el que hace que sigas a su lado porque estás paralizada, muerta de miedo. Hablas sí, pero no actúas.
Las relaciones tóxicas no admiten otra salida más que…salir huyendo. No pretendas mejorar la relación ni con palabras…ni con terapia.
Caminamos…Belén Casado Mendiluce
belencasadomendiluce@gmail.com
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